Hay expectativas positivas en el Gobierno sobre el futuro del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), mecanismo por medio del cual ingresan 609 productos libres de aranceles a Estados Unidos.

Mientras al ministro de Industrias, Ramiro González, no le cabe “la menor duda” de que el SGP se va a mantener; para Nathalie Cely, embajadora de Ecuador en Washington, es “menos probable que pudiese ser usado como un instrumento de política externa”.

El SGP está dirigido a países en desarrollo para aumentar sus ingresos por exportaciones, promover su industrialización y acelerar sus tasas de crecimiento. Divide a las naciones en países en desarrollo y menos desarrollados. Ecuador está en la primera categoría.

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La semana pasada, la Oficina Comercial de Estados Unidos anunció que el SGP para Ecuador entró en fase de revisión.

El director de la Cámara de Comercio Ecuatoriana-Americana (Amcham) de Quito, Cristian Espinosa, explicó que la revisión se da ante un pedido de suspensión de las preferencias del Ecuador por incumplimiento en arbitrajes internacionales en temas que se refieren a la aplicación de inversiones. “Podemos inferir que se trata de Chevron”, aseguró.

Refirió que el SGP y la Ley para el Comercio Andino y Erradicación de las Drogas (ATPDEA) vencen el 31 de julio. “Si no se renueva inmediatamente se renovará más adelante con el carácter de retroactiva porque no es solo para el Ecuador sino para muchos más países”, dijo.

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En una entrevista radial, González refirió: “¿Cómo nos pueden quitar el SGP? cuando nosotros estamos con el plan del Buen Vivir para los trabajadores, que les hemos dado sueldos adecuados”.

Cely en CN Plus expresó que una exclusión puede ser decidida por el Gobierno o por el Congreso de EE.UU., pues ambos tienen esa potestad. “Recientemente el gobierno del presidente Barack Obama suspendió las preferencias arancelarias SGP para Bangladés por el tema de las pocas regulaciones laborales”, agregó.