A sus 25 años y luego de quedar campeón con Barcelona, Alberto Montaño sentía un vacío en su corazón, estaba intranquilo, insatisfecho, algo le hacía falta, recuerda. Por esa razón decidió acercarse a Dios y el 2 de junio de 1996 fundó el ministerio Atletas de Cristo, cuya misión es “dedicarse a los chicos de las calles, tratar de compartir valores a los deportistas, en especial a futbolistas que tienen problemas matrimoniales, y ayudar a estas personas que vienen de hogares disfuncionales”, manifiesta Montaño, presidente de esta organización.

El domingo 28 de abril a las 08:00 acudimos a la charla espiritual en la Alborada, 12ª etapa, frente al parque Rodolfo Baquerizo Nazur, donde funciona el ministerio y la iglesia Visión Mundial para la Familia. Montaño aclara que “la iglesia es específicamente evangélica, de la parte espiritual, y el ministerio es lo que hacemos, ir a los barrios, a las calles, a realizar nuestra labor como ministerio”.

Ese día estaban exjugadores como Joe Vargas, Lizandro Torres, Wilson George, Jimmy Pineda, Armando Wila, entre otros, acompañados de sus hijos y esposas para participar en la asamblea cristiana que dura cerca de dos horas.

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La asamblea se divide en tres momentos: el de alabanza, en el que un grupo musical anima a los asistentes, cantan, brincan jubilosos y entran en una especie de emoción espiritual.

El otro es de reflexión, en el que los asistentes cierran sus ojos, algunos lloran y otros piden perdón a Dios por las cosas malas que han hecho. Finalmente viene el mensaje que lo predica Alberto Montaño.

Joe Vargas Jiménez, de 38 años, y exjugador de fútbol que militó en equipos como Filanbanco, Aucas y Barcelona, se emociona cada vez que recuerda cuando él se involucró en el ministerio.

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“En estos quince años que estoy en el ministerio he tenido experiencias maravillosas, una de ellas fue que tuve un problema en el tendón de Aquiles cuando jugaba en Barcelona, y a los tres meses que me convertí, como siempre orábamos por sanación ese problema se me desapareció”, expresa Joe con lágrimas.

Añade que “aquí tenemos una libertad espiritual de poder conectarnos con el Señor y darle gracias por todo lo que ha hecho en nuestras vidas”.

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Otro de los Atletas de Cristo es Lizandro Torres, exjugador de Barcelona y actual capitán del Ferroviarios de la Serie B. Él forma parte del ministerio desde junio de 1999 y cuenta que “es gratificante haber conformado mi familia porque cuando yo jugaba estaba soltero y ahora con mi esposa (3 años de casados) y mi hijo compartimos la misma fe”.

Agrega que en la vida de todo deportista “siempre hay momentos difíciles y uno cuando es futbolista no se da cuenta de las cosas como son y por eso estamos aquí, para ayudar a más futbolistas y con base en la experiencia que tenemos poder encaminarlos”.

Dificultades

Alberto Montaño cuenta que hubo muchas dificultades para hacer llegar el mensaje de Dios a sus compañeros futbolistas.

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“Siempre hubo resistencia de muchos técnicos y dirigentes por el tema de compartir el mensaje de Dios en la selección, en los clubes, pero me siento contento por ser el pionero en haber inculcado la oración antes de jugar un partido y de que los jugadores sigan a Dios”, expresa el exdefensa de la tricolor.

En la actualidad, el ministerio Atletas de Cristo está conformado por 500 personas, entre ellas 35 jugadores activos como Narciso Mina, Arlin Ayoví, Henry León, y 10 retirados que aportan económicamente para solventar gastos de la organización.

¿Qué le piden a Dios minutos antes de jugar un partido? “Le pedimos sabiduría y tranquilidad. No le pedimos a Dios ganar un partido, oramos para que nos libre de las lesiones y para no tener mala actitud en la cancha”, revela Montaño.

1996

El 2 de junio de ese año se fundó el ministerio