Voy a detener esta carrera absurda
El amor no es algo que se busca en otro
Déjame soñarte entre tus delfines
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Déjame sentir que todavía estás
No te me aparezcas para ver que no eres
La mujer que tanto, tanto yo amé
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Ni siquiera llames, no digas mi nombre
Quiero recordarte estando junto a mí
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Quiero despertar pensando que estás cerca
Quiero despertar sin despertar
J. F. V.
Es interesante ir descubriendo a través de esta letra aspectos emocionales que llevan a la persona a padecer un desequilibrio a causa de una ruptura amorosa. Los seres humanos no estamos preparados para enfrentar el dolor de manera asertiva. Siempre deseamos estar y sentirnos bien.
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Es importante hacer un replanteamiento de las razones por las cuales deseamos estar en pareja, entre ellas los objetivos en común; los valores, el amor, el respeto, la confianza; establecer una comunicación muy saludable y confiable, con transparencia, que ayude a crecer juntos. Los anhelos, sueños, propósitos que cada uno tiene ya no son de uno, sino de dos, y cada uno tiene que empujarlos para el bien en común.
El protagonista suplica a su amada que deje de prolongar esa muerte lenta, que deje de fingir que siente algo. Ya ha aceptado la realidad de la situación y comprende que su amor se ha desvanecido, el dolor de aferrarse a algo que ha perdido.
Aceptar la realidad es la última etapa del duelo. La persona se siente más tranquila. Los niveles de angustia y ansiedad están disminuyendo. Ve la vida con más esperanza. Empieza a dar lugar a la sanidad en el área emocional.
El dolor emocional es una herida que tenemos y que sufrimos en nuestro interior; y, si no la curamos correctamente, podemos sufrir una serie de trastornos a otros niveles, incluso en el cuerpo. Es necesario buscar ayuda profesional y espiritual para poder sanar.