Leonel Castro legalizó hace cuatro años su terreno en la cooperativa Canelar Olguita, sector de Monte Sinaí, pero ve con desazón que la obra pública aún no llega. En su manzana, la 5663, cañas vetustas sostienen los cables que llevan energía eléctrica a las viviendas desde un transformador ubicado por la parroquia eclesiástica La Transfiguración, en la parte alta de un cerro.

Los ‘tallarines’ que se visualizan en esta y muchas otras manzanas fueron instalados por los propios moradores años atrás. Las calles en dicha cooperativa son pedregosas y polvorientas, no hay veredas, mucho menos bordillos y por allí a diario salen a pie decenas de personas a sus sitios de trabajo.

Familias que habitan en invasiones del noroeste viven en angustia por retrasos en legalizaciones de predios; la meta era hacerlas todas hasta marzo

La mayor parte del tiempo en esas calles predomina una aparente calma que de vez en cuando se interrumpe con el pito del tanquero que anuncia su paso entre los moradores, quienes salen a la carrera a llenar sus tanques con el líquido vital, pues el agua potable por tubería es un anhelo que cada vez pareciera estar más lejano, al igual que el alcantarillado.

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Al igual que Canelar Olguita hay cooperativas como Voluntad de Dios, Promesa de Dios, Realidad de Dios, 26 de Agosto, Trinidad de Dios, Triángulo de Sinaí, Tres Hermanos, Los Juanes y muchas más que pese a que ya tienen predios legalizados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y por el Municipio de Guayaquil, la carencia de servicios básicos e infraestructura pública es evidente.

La atención a Monte Sinaí, un asentamiento consolidado en el noroeste, no ha avanzado, al menos no al ritmo ofrecido en campaña por varios políticos desde hace más de una década.

“Nosotros tenemos ya escrituras, pero hasta el día de hoy vienen los servicios básicos. Tengo 18 años viviendo ya en el sector. Nosotros queremos el alumbrado público, que es la incomodidad que tenemos, ya no funcionan las cañas”, expresó Leonel Castro mientras señalaba el improvisado tendido eléctrico que tienen en su manzana.

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A diario los moradores caminan entre calles pedregosas y polvorientas hacia sus sitios de trabajo o planteles educativos. Foto: El Universo

Al frente de su cooperativa, en Los Juanes, de a poco se instalan postes de alumbrado público y tendido eléctrico. No todas, pero muchas viviendas cuentan con medidor, lo que implica un servicio regularizado, formal, algo que se visualiza en otras cooperativas también, aunque en algunos casos las luminarias públicas tienen más de un año averiadas.

“Los alumbrados públicos la mayoría están dañadas las luminarias. Ya lo reportamos. Nosotros pagamos ya nuestra luz con facturas y todo”, refirió Lidia Cabrera, de la cooperativa Tres Hermanos, barrio seis.

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Información de la cartera de Desarrollo Urbano y Vivienda da cuenta de que el polígono de Monte Sinaí tiene un total de 21.060 predios en 781,83 hectáreas. De esa extensión, 13.690 son de competencia del Miduvi en 516,47 hectáreas y 7.370 terrenos le competen al cabildo en 265,36 hectáreas.

Estos datos se basan en la Ley 88, que incluye la información del Instituto Geográfico Militar (IGM), con corte al 28 de marzo de 2017.

“Tenemos un problema nosotros con la empresa eléctrica, y eso no lo podemos hacer nosotros, porque ellos tienen que ponerlo dentro de su planificación. Todas las cooperativas que nosotros hemos comenzado, entrado a legalización, la mayoría no tienen tendido eléctrico. Tenemos problemas enormes con cooperativas que ya tienen título de propiedad, la gente tiene sus escrituras y le falta el tendido eléctrico. Tenemos problema en todo lo que es una parte importante de Sinaí (Monte)”, señaló el concejal Egis Caicedo durante la sesión de Concejo Cantonal del 6 de julio pasado.

Este Diario contactó telefónicamente al edil electo por el distrito 2, jurisdicción que abarca a Monte Sinaí, para consultarle sobre la dotación de obra municipal y requerimientos de los moradores del sector, pero el funcionario no atendió las llamadas, ni mensaje de WhatsApp.

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Jenny Pinto, integrante del Observatorio Nacional Ciudadano por el derecho de Hábitat y Vivienda, sostuvo que la dilación de la regularización y dotación de servicios en Monte Sinaí se debe a la falta de voluntad política en las instancias encargadas de ejecutar dicho proceso.

Consideró como una desventaja el que el sector esté dividido entre el Miduvi y el cabildo porteño en materia de legalización. “La experticia de la legalización de las tierras a nivel nacional la han tenido los municipios. Entonces, al tener la competencia del 65 % (cartera de Vivienda), Monte Sinaí está a cargo del Miduvi, Miduvi no tiene la experticia de lo que es una legalización (...) Eso tiene nudos críticos, se puede decir, porque hoy aparece una cosa, mañana otra y eso dificulta la legalización aquí”, expuso ella.

Xiomara Jara, moradora de la cooperativa Triángulo de Sinaí, cuyos predios ha legalizado la cartera de Vivienda (hay algunos pendientes), contó que desde hace algún tiempo el Municipio ha asfaltado y coloca relleno reciclable en algunas calles principales de cooperativas como Los Juanes. No obstante, según ella, no todos los sectores de competencia del cabildo se benefician de aquello.

Aunque lleno de baches, un tramo de la calle principal que cruza por el cementerio de Monte Sinaí levantado durante la pandemia del COVID-19 tiene asfaltado. Eso termina justo en el fin del cerramiento perimetral. Avanzando por la misma calle, pero ya en un tramo pedregoso se llega hasta el campamento educativo José Martí, donde se educan decenas de niños del sector.

Más adelante está la cooperativa La Camila, un asentamiento que fue desalojado años atrás, pero donde la gente volvió a levantar endebles casas de caña y techos oxidados. Allí pareciera que el tiempo se detuvo, pues todo sigue igual: el tendido eléctrico informal se sostiene en cañas y las calles son grandes huecos polvorientos.

Quienes viven allí miran a diario la preparación del terreno del plan habitacional municipal Jardines del Sinahí, donde el cabildo prepara 500 solares con servicios para 2.500 beneficiarios.

Jardines del Sinahí es un plan habitacional municipal con 500 solares son servicio para 2.500 beneficiarios. Foto: El Universo

Jara mencionó que los vecinos esperan a que esta obra sirva para que la infraestructura pública se expanda hacia otros sitios. Entre los moradores hay escepticismo, más cuando se acerca un proceso de elecciones seccionales y prevén que como ya es habitual el ofrecimiento de los candidatos abunde tanto como sus necesidades.

Obras proyectadas para Monte Sinaí

La alcaldesa Cynthia Viteri señaló la semana anterior, en entrevista con este Diario, que el Municipio está apoyando a legalizar los predios que son de competencia del Miduvi. A ello se suman los programas de atención social del cabildo, como la entrega de nueve mil tablets y la iniciativa Educando en el camino.

No obstante, indicó que hay cooperativas que por situaciones como estar dentro de un cordón de seguridad no pueden ser intervenidas fácilmente, entre esas Ciudad de Dios, asentamiento que ya fue liberado por el Gobierno, dijo.

“Además del agua potable y alcantarillado que es otra de las obras. Todos nos unimos. Se legaliza, agua potable, aceras, bordillos, alcantarillado. Entra vivienda, entra deportes, entra la DASE (Dirección de Acción Social y Educación), entra salud, áreas verdes...”, expresó ella.

Gobierno se compromete a legalizar predios en Monte Sinaí hasta marzo del 2022

En varias cooperativas se están arreglando las vías con material reciclado, indicó Andrés Burbano, director municipal de Obras Públicas. “La idea es que estén dos años, que les aguante dos años para que no tengan lodo, para que los tanqueros puedan entrar, para que los carros, sus carros, porque muchos tienen un vehículo para hacer negocios, puedan ingresar en las avenidas principales.

En ese y otros proyectos, agregó el funcionario, se han destinado más de $ 7 millones, pues son 45 kilómetros que se intervendrán.

Burbano refirió que para el próximo año se construirá el quinto acueducto que llevará el agua potable a Monte Sinaí, una vez que ya fue concedido un crédito. “De ahí las redes demorarán un par de años más. Son procesos lentos y que toman tiempo”, mencionó él. (I)