Un sofá de múltiples colores, unos sillones tapizados con animal print, una percha llena de revistas de moda y recortes de peinados, desfiles, maquillajes y demás imágenes relacionadas con la moda son parte de la decoración del local de Antonella Pereira, quien se vinculó al mundo de la belleza, seducida por la idea de crear un espacio en el que se viva la moda.

Este local, llamado Antonella Pereira Imagen, abrió sus puertas hace diez años. Primero estuvo en Kennedy Norte y desde hace cinco años está en la avenida Primera de Entre Ríos. Allí esta guayaquileña de 36 años se encarga de dar asesoría de imagen, tratamientos de reconstrucción capilar, servicio de gabinete, manicure y pedicure, entre otros. Para ella este negocio es un sueño cumplido.

Luciendo un look informal, con pantalón, blusa y zapatos negros, llena de pulseras, collares y anillos, y con un maquillaje que resalta la expresión de sus ojos, cuenta que las tijeras, esmaltes y revistas de moda fueron los protagonistas de todas las etapas de su vida.

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Recuerda que desde pequeña los juegos que más disfrutaba era cortarle el cabello y hacerles peinados a las barbies y a las muñecas. Ya en el colegio las muñecas fueron reemplazadas por sus compañeras de clase, que se dejaban cambiar los cerquillos confiando en la habilidad de Antonella.

La salida más divertida era cuando acompañaba a su mamá al gabinete. Allí se entretenía viendo los colores de los esmaltes y pasando las páginas de las revistas de peinados y cortes de cabello.

A pesar de su afición y habilidad con la estética, Antonella estudió Publicidad en el Jefferson College. Tomó el programa de estudiar por un tiempo corto en Estados Unidos, y estando allá ganaba dinero extra haciendo manicure y cepillados básicos a sus compañeras.

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Antonella asegura que iba de gabinete en gabinete buscando alguno que la hiciera ‘vivir la moda’, como ella dice, “que no solo se trate de cortes de pelo y pintura en las uñas, sino que se viva una experiencia en la que la música y el ambiente también estén relacionados”, por lo que la idea de crear un espacio así comenzó a crecer.

Al graduarse decidió prepararse en lo que realmente la apasionaba y viajó a Buenos Aires, Argentina, para tomar un curso, durante un año, de manicure, peinado y maquillaje y convertirse en estilista en el instituto Pivot Point.

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“Al principio fue difícil, la parte técnica del color, la química, los porcentajes en los tintes y demás era complicado, me tocaba investigar por mi cuenta luego de las clases para ir comprendiendo, hasta llegué a pensar que tal vez me había equivocado en estudiar esto, pero no me rendí”, enfatiza.

Estando allá Antonella participó en congresos y ferias, algo que la llevó a conocer a unas asesoras de imagen que ofrecían cursos que duraban nueve meses. “Decidí tomarlos para complementar mi preparación como estilista, y me sirvió de mucho”.

Además de estos cursos en asesoría de imagen y etiqueta, tomó talleres de maquillaje profesional por unos tres meses.

Antonella se define como una mujer novelera e impulsiva cuando se trata de comprar cosas de moda, es por esta razón que durante los dos años que estuvo en el exterior, aprovechaba el dinero que sus padres le enviaban para comprar ropa o accesorios, por lo que se la pasaba comiendo arroz y vegetales para no gastar mucho en alimentación.

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Ella cuenta que estando allá aprovechó todos los cursos en los que se pudo inscribir, como el de AlfaParf Milano, en el que aprendió la técnica de color y consiguió su primer trabajo en un gabinete. “Mi jefe era muy estricto, aprendí mucho de él, me daba libros para que estudiara en casa, luego del trabajo donde me quedaba hasta la noche”, cuenta.

De él aprendió una metodología que mantiene hasta ahora en su local, mediante la cual lleva un historial de sus clientas para mantener un registro de los cambios de look que se hacen.

Al regresar, ya con 26 años, comenzó a trabajar en TC Televisión como asesora de imagen.

Durante un año realizó un proyecto de desarrollo de perfiles para los anchors de pantalla.

Como parte de su trabajo asesoró en cuanto a la vestimenta, estilo y tonos en la ropa a presentadores conocidos como Mariela Viteri, Carlos Luis Morales, Ana Buljubasich, entre otros.

Hizo un trabajo similar en RTS, por unos 9 meses.

Durante su etapa en TC Televisión daba servicio de estilista a domicilio, creando de esta manera su cartera de clientes con los que comenzó en su local que durante los primeros años se llamó ID Asesoría de Imagen.

Ahora la meta de Antonella es tener un edificio propio con varios pisos que le permitan segmentar cada área de servicio para hacerlo más especializado.

Está recién casada con el chef argentino Pablo Quintana, el propietario del restaurante El Almacén, que está en Las Terrazas, del cual ella también es accionista.

Es fanática de los animales, tiene dos gatos y una perra, y planea ser mamá en un futuro cercano. (I)

Dicen de ella “Admiro su talento, carisma, alegría y capacidad de reinventarse. Es una persona muy positiva y excelente compañera de camino”.Pablo Quintana, Esposo