La pandemia por coronavirus también ha llegado al Polo Norte y Papá Noel (o Santa Claus) no podrá salir este año, por ser parte del grupo vulnerable. Sin embargo, las elfas Lala y Lili ya están trabajando para que todos los regalos, que han solicitado los niños en sus cartas, lleguen a sus destinos, aunque él deba quedarse en casa con Mamá Noel.

Esta arriesgada y complicada misión es la historia que presenta Christmas Night: el cabaret, propuesta multidisciplinaria producida por Passeri Estudios y que se estrena hoy en el Teatro Sánchez Aguilar (TSA), en el espacio abierto (exteriores) de la entidad.

Sebastián Sánchez Amunátegui es el director de esta obra de teatro musical en la que intervienen Ana Passeri (Lala) y Noralma Reeves (Lili), con el acompañamiento del pianista guayaquileño Miguel Gallardo.

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“Nosotras somos dos elfas que vamos a salvar la Navidad porque Santa está en aislamiento. Ellas revisarán las cartas para cumplir todos los deseos de las personas alrededor del mundo”, explica Passeri.

Christmas Night: el cabaret incluirá en su repertorio de esta noche, a las 20:00, las canciones navideñas más representativas de distintos países. Es decir, podrá escuchar, conocer y aprender villancicos en inglés, francés, alemán, español y coreano. Passeri señala que un mes tomó la investigación para encontrar los diez temas que se presentarán en la producción que estará en escena durante todo el mes.

“Durante la obra vamos leyendo las peticiones de quienes escriben a Santa, unas son posibles, otras no lo son tanto, pero todas estas historias las vamos musicalizando”, cuenta Reeves. Ella afirma que Lili, su personaje, una elfa muy alegre y espontánea, representa también el consumismo por el que se deja llevar la mayoría durante estas fechas festivas.

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Passeri, en cambio, indica que su elfa, Lala, es muy organizada, es la sensatez que ayuda a aterrizar a Lili.

Christmas Night: el cabaret es la producción 19 de Passeri Estudios y el sexto de este tipo (musical). “Tuvimos la oportunidad de reabrir la temporada del TSA en agosto (...), es un reto compartir con el público de una forma más cercana pero sin realmente acercarte”, refiere Passeri.

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La sala exterior, como se denomina al espacio abierto del TSA, tiene capacidad para 150 personas, según indica. El costo de entrada es de $ 15. (I)