¿Por qué si Barcelona y Emelec son los clubes más populares del Ecuador no son los semilleros más productivos del país? ¿Por qué las divisiones menores del Astillero no producen jugadores como antaño? ¿Por qué promesas como Kendry Páez y figuras estelares de la actualidad como Moisés Ramírez, Gonzalo Plata, y Luis Fernando León no fueron asegurados por canarios y eléctricos?. “Los tiempos han cambiado”, dijo una voz autorizada.

Fuga de talentos, jugadores prefieren probar suerte fuera de Guayaquil y descuidos dirigenciales

Esas preguntas, y muchas otras que no tiene respuestas concisas, surgieron al quedar plenamente confirmado por EL UNIVERSO que Kendry Páez, el niño futbolista de 15 años, decisivo en la reciente clasificación de la Tricolor al Mundial sub-17, estuvo en la Academia Alfaro Moreno entre los 8 y 9 años de edad. Paéz jugó en el 2014, por esa entidad, en el torneo Interbarrial de Diario EL UNIVERSO. “El Messi de Ecuador”, como llama al guayaquileño el rotativo AS, de Madrid, fue considerado en el 2014, en una nota de este Diario, como “un valor alfarino”, cuando el pequeño era parte de las formativas de la escuela del exdelantero y brillaba en la división sub-8.

‘Había una vez...’

Un caso idéntico de talento en fuga sucedió con Plata, quien en el 2008 llamó la atención por los malabares que con la pelota hacía en la sub-10 de la Academia Alfaro Moreno. Moisés Ramírez, tercer portero de Ecuador en Qatar 2022, jugó desde 2012 al 2015 en Toreros FC, filial de Barcelona SC, y ahora -con firmes opciones de ser el dueño del arco de la Selección- ya tiene dos títulos internacionales y uno de la Liga Pro con Independiente del Valle.

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Y también Luis Fernando León -zaguero por el que Emelec hizo en este 2023 un considerable desembolso monetario para repatriarlo desde México- tuvo un pasado fugaz por las divisiones menores millonarias, antes de consolidarse como baluarte de Independiente del Valle. Ahí León se formó hasta coronarse con la escuadra de AFNA en la Copa Sudamericana del 2019.

Como en los cuentos de hadas es válido recordar que “había una vez” cuando Barcelona SC y Emelec tenían divisiones menores poderosas, surtidoras de estrellas, sus trabajos les daban enormes beneficios deportivos y económicos, e incluso terminaban de formar a los prospectos llegados de colegios o de clubes de segunda división del Guayas. Pero ese nostálgico cuento de hadas de las categorías menores porteñas se acabó y los dos gigantes del balompié no vivieron felices para siempre.

¡Antes no se iban!

¿Por qué Páez, Plata, Ramírez y León, entre los jugadores que se conocen, no completaron sus procesos en el Astillero hasta llegar al primer plantel? El 11 de marzo del 2021 Kléber Fajardo anticipó una respuesta en este Diario, reproducida en una investigación titulada ‘Balompié de Guayas, con escasos futbolistas de la provincia en clubes de la serie A de la Liga Pro’.

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El recordado exvolante de Emelec dijo: “Los tiempos han cambiado En mi época de prueba había mucho jugador distinto al de ahora; el jugador que aprende en la calle. Había cariño por los equipos del Guayas. Es decir, si yo era de Guayaquil, yo no pretendía jugar en Liga de Quito, Independiente del Valle, o cualquier equipo de fuera de la ciudad. Yo quería jugar en Barcelona o Emelec”.

Luego de pulir sus condiciones en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, bajo las órdenes de José Yagual Martrus y Denis Dau Karam, Fajardo se marchó a Emelec. Con 17 años estuvo cerca del estreno en septiembre de 1982, durante una huelga del equipo eléctrico principal. El Cabezón esperó hasta 1984 para aparecer en la serie A. Ningún club de otra región del país lo rondó. Nadie pudo llevarse al talentoso mediocampista, pese a que Emelec vivía un momento económico muy complicado.

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‘Si robamos, salimos en portada’

Hoy, Fajardo no habría durado media hora en Emelec. Habría sido inducido a alejarse del puerto. ¿Qué cambió? “En etapas formativas es ilegal sacarle jugadores a otros clubes, ¿sino de qué formación estamos hablando? La FIFA lo condena, eso está prohibido”, asegura una fuente millonaria, ligada por décadas a la escuadra emelecista, que pidió la reserva de su identidad.

Del asedio que suele padecer Barcelona SC, cuando de un buen desempeño de sus figuras juveniles más notorias se trata, esto comentó el lunes en Carlos Alfaro Moreno, presidente torero, en EL UNIVERSO: “Nosotros, por ser Barcelona SC, si vamos a robarle un jugador a un club, nos señalan. Salimos en portada. Se han perdido los códigos entre clubes”.

Fajardo le entregó a Emelec trece temporadas de alto nivel futbolístico y muchas de ellas en condición de titular. Nadie despojó a los eléctricos de su baluarte cuando este era un joven. El campeón de 1998, 1993 y 1994 con los millonarios reflexionó, hace dos años, sobre casos como el que implica no ver hoy a Kendry Páez vestido con el uniforme de Barcelona.

“Ahora en las categorías menores están los cazatalentos. Buscan a los mejores chicos entre 10 y 16 años, y los convencen de que las mejores opciones no están en Guayaquil. En Guayaquil se ofrece amor por los colores, algo que era decisivo antes; sin embargo, ahora el padre llevará a su hijo adonde mejor le conviene: estudios, ingresos económicos”.

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Jimmy Montanero, Frank Granja y Raúl Avilés, en LDE en 1982. Llegaron a ese club desde el Vicente Rocafuerte.

Talento que no se fugó

El deporte del Vicente Rocafuerte, comparado con su glorioso pasado, hoy es nada. También en este caso es aplicable el “había una vez” porque antaño ese colegio, impresionante fábrica de deportistas, mantuvo un vínculo fructífero con Liga Deportiva Estudiantil. Los miembros de la última gran generación de futbolistas del Vicente Rocafuerte, la de inicios de la década del 80, al dejar las canchas vicentinas, hicieron una escala en LDE, para luego integrarse a Barcelona SC, Emelec, y Nueve de Octubre (y hasta en Everest, a donde aterrizó Washington Ruiz). En esos clubes la formación técnica de los prospectos se afinaba y de ahí, a jugar en primera categoría.

Los más brillantes fueron Jesús Cárdenas (el delantero nacido en Ecuador que más goles hizo para los azules), Jimmy Montanero (el capitán torero con más títulos en la historia), Manuel Uquillas (el atacante que con Barcelona tiene el récord goleador en el Clásico del Astillero), y el temible Raúl Avilés (figura en el Astillero y con Nueve). También, en la misma época, surgieron de ese colegio Kléber Fajardo, Juan Pastor Paredes, Carlos Kaiser, Luis Alonso Pechito Torres, Frank Granja, Carlos Di Stéfano, y Hans Franco (arquero octubrino y a la par pítcher de ese equipo en el certamen provincial de béisbol).

¿Cuántas de esas figuras fueron convencidas de abandonar los clubes de Guayaquil cuando recién surgieron, siendo todos muy jóvenes? Ninguna. En la actualidad sus estancias en Barcelona o Emelec habrían sido efímeras. Los destinos del Jechu Cárdenas (catorce temporadas como millonario), Montanero (16 campañas como canario), el Matador Uquillas y Turbina Avilés habrían sido distintas. Nadie revoloteó por los campos de entrenamientos cuando esos cracks juveniles nacían. Nadie se atrevió. En la actualidad la llamada “fuga de talentos” habría sido masiva. “Los tiempos han cambiado”, explicó Fajardo en EL UNIVERSO.

‘Se roban a futbolistas’

“La transferencia de jugadores es una cosa. La sustracción de juvenil es otra cosa. Lo prohíbe la FIFA. Pero de todos los clubes del país se roban a los futbolistas en formación. Incluso algunos hacen una trampa: generan contratos no profesionales, sino como si fueran jugadores amateurs y con eso tienen una escapatoria para no pagar derechos de formación”, declaró un exintegrante de la dirigencia emelecista que habló con este Diario como fuente anónima.

Pero hay otro factor para que los potenciales astros del balompié de Guayaquil zarpen desde el Astillero. Lo comentó Raúl Avilés en el 2021, para EL UNIVERSO. La opinión del exatacante guayaco no ha perdido vigencia: “Hay muy poca atención a las divisiones menores, porque prefieren contratar jugadores hechos y pueden pagar por ello”.

El raro manejo de las categorías menores queda expuesto en este ejemplo: en el 2022 el delantero Dixon Vera, con 19 años, mostró facultades interesantes, de promesa, en 19 partidos con Emelec. En el 2023 Vera está en Libertad, de Loja, a préstamo. La dirigencia millonaria prefirió darle oportunidades a otro juvenil. Pero no es nacional, es cololmbiano: Juan José Pérez, de 18 años. (D)