Con la clasificación para Rusia ya garantizada, Brasil comienza hoy su preparación para el Mundial 2018 ante un Ecuador que no está para más ensayos: o puntúa ante la temible auriverde de Neymar o se despide anticipadamente de una lucha que hace un año era suya.

Completada su resurrección casi de película, la selección pentacampeona del mundo que vagaba sin rumbo es ahora primera del ranking FIFA y ve las urgencias de Ecuador –sexta con 20 puntos, a dos de la repesca– como un mal lejano. Con Tite como nuevo técnico, Brasil vio por fin la luz, y con brío se lanzó a una serie de ocho victorias consecutivas que acabó dándole, en marzo anterior, el primer boleto para Rusia.

“La Copa del Mundo definitivamente comenzó”, advirtió Tite, aunque sabe muy bien que en la Seleçao las historias que prometen un final feliz también pueden torcerse. Por eso toda precaución ante la Tri es poca y desplegará a su equipo de gala liderado por Neymar, el fichaje más caro de la historia (PSG pagó $ 263 millones por él).

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Nada tiene que ver la situación de Ecuador, que representa la otra cara de la moneda que ahora brilla para Brasil.

Cuesta abajo y arrasada por las bajas, la Tri recibió el último mazazo el martes pasado con la decisión del TAS de rechazar las apelaciones de Bolivia, beneficiando a sus competidoras Chile (4ª) y Perú (7ª).

Aunque las malas noticias ya habían comenzado hacía tiempo. Desde su último cruce con la auriverde (derrota 0-3 en Quito), los de Gustavo Quinteros vieron cómo su fulgurante inicio en el premundial se iba consumiendo hasta la sexta posición, logrando apenas dos victorias en ocho partidos.

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Peligrosa adrenalina

A dos puntos de Argentina (5ª), los ecuatorianos salen a jugarse la vida ante Brasil con la historia y las probabilidades en contra, aunque armados con la peligrosa adrenalina del todo o nada. “Es un desafío complicado, pero la Selección ha demostrado que cuando juega al máximo de sus posibilidades saca muy buenos resultados”, afirmó el adiestrador. (D)