Exponemos que el fútbol formativo en el país ha tenido un inmenso progreso gracias a la capacidad, didáctica, pedagogía y a las unidades de trabajo impartidas por los técnicos jóvenes a deportistas de establecimientos educativos, academias, clubes y escuelas futbolísticas. Nadie puede dudar de esta realidad.

Se debe certificar que en el Ecuador hay más de dos mil entrenadores en función infanto-juvenil, de tal cifra un 40 % han cursado estudios universitarios en la rama de la educación física y en centros de formación que lleva adelante el organismo rector del fútbol ecuatoriano; en un 20 % con alta dignidad las antiguas glorias aportan a la enseñanza con eficiencia y en un 40% deben conducirse a tener un título o en su lugar una autoeducación con valores éticos y en materia balompédica. Recordaremos que el mundo del deporte está cerrando las puertas a los embusteros y a los empíricos.

En dos o tres columnas ya editadas se ha destacado el desenvolvimiento de los jóvenes técnicos instruyendo a sus jugadores; hemos graficado ejemplo de naciones como Argentina, Brasil, Venezuela, Chile, Uruguay, Colombia, Alemania, Italia, Inglaterra, Portugal, Suiza, México, Bélgica, Holanda y tantas otras en donde la enseñanza de este insigne deporte pasa por instructores graduados y exfiguras. Siendo una alianza gravitante.

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En Ecuador hay una desidia aún, ¿cuál? En saber hasta cuándo los entrenadores jóvenes no conforman su asociación, en la que bien pueden incluir de dos a tres antiguas glorias en tal directiva. Nos da la impresión y quizás estemos acertados, que andan sin rumbo, hablan y discuten, pero no aparece el líder que armónicamente los agrupe en una luminosa directiva.

Vamos, jóvenes entrenadores, despierten, y les recuerdo que las conquistas constructivas transcienden y tienen ecos relevantes y aparecen cuando los capaces las descubren y son ejemplos con dimensión para otras disciplinas deportivas.

Esperamos que ese líder se avizore antes de que llegue el mañana. El estancarse con esa suma de técnicos jóvenes antes descrita es de cobardes… (O)