Una vez más el técnico de Liga de Quito, Gustavo Munúa, se fue con ‘amargura’ de un estadio. Lo reconoció el propio estratega, la noche del pasado sábado, luego del empate a 2 de su equipo con El Nacional.

Según el uruguayo, el cuadro universitario debió sentenciar el triunfo antes de la reacción criolla, y el no haberlo hecho hizo que se fuera “con una amargura muy grande”.

El sufrimiento de Munúa no solo fue por el 2-2, sino porque hace seis fechas no logra una victoria. La campaña se resume a un triunfo, cinco empates y cuatro derrotas. Tiene 8 puntos, está cerca del fondo y el objetivo de ganar la primera etapa solo quedó en palabras; esa meta está perdida.

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La explicación de Munúa, y que la remarcó, fue que la ansiedad por ganar hizo que “el nerviosismo” se apoderara de los futbolistas. “Eso te lleva a cometer errores; son cosas por corregir”, destacó.

Jonathan Betancourt adelantó al albo (7m). Adolfo Muñoz puso el 1-1 (33m), luego de que Jorge Ordóñez vaciara a una lenta zaga blanca, donde los más flojos fueron Édison Vega y Norberto Araujo.

Liga (Q) logró el 2-1 por obra de Anderson Julio (59m); por fin apareció Rubén Olivera en una filtración. Bryan De Jesús sentenció de penal (63m).

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El Nacional, penúltimo, estuvo más cerca del triunfo, pero De Jesús falló dos claras. (D)