Los reiterados cuestionamientos de José Pékerman y varios jugadores de la selección de Colombia a las condiciones de la cancha del estadio Metropolitano de Barranquilla rindieron frutos y los encargados del inmueble cambiaron el césped.

El escenario estuvo cerrado 90 días y se reabrió el pasado fin de semana en el partido Atlético Junior-Once Caldas por la liga local. Colombia la pondrá a prueba contra Bolivia el jueves en el duelo por las eliminatorias mundialistas de Sudamérica.

El estadio con capacidad para cerca de 47.000 aficionados fue inaugurado en mayo de 1986 y remodelado con motivo del Mundial Sub-20 del 2011.

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El lateral Farid Díaz, miembro de Atlético Nacional de Medellín y convocado por Pékerman para los duelos ante Bolivia y Ecuador, calificó el campo de ‘horrible’ luego del empate a 2 con Uruguay en medio de la lluvia en octubre del 2016.

“A pesar de esa horrible cancha logramos jugar, queríamos sumar tres puntos y no se dio”, manifestó el zaguero colombiano en aquel momento.

Los primeros elogios al trabajo se escucharon después de que integrantes del Junior examinaron el campo el fin de semana anterior.

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“Es como una cancha europea y la selección va a estar feliz... No hay excusas para dar un pase mal y es como para jugar con esmoquin”, opinó el arquero uruguayo Sebastián Viera, figura de Junior.

La selección seguramente tendrá la oportunidad de practicar en el Roberto Meléndez con miras al duelo con el combinado boliviano.

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“No hay excusa para que no se ganen los partidos en Barranquilla por parte de la selección con este nuevo gramado (tipo Bermuda 419), el cual no tiene nada que envidiarle a las canchas de Europa”, indicó el alcalde Alejandro Char.

El conjunto colombiano enfrentará a su similar de Bolivia el próximo jueves (15:30). Transcurridas doce fechas de la eliminatoria sudamericana rumbo a Rusia 2018, Colombia está fuera de la zona de clasificación, en sexto lugar. (D)