Las deudas millonarias le llueven a Barcelona. Pero más que las cifras originales, lo que ahoga al club torero son los intereses generados por dichas obligaciones, al punto de –en algunos casos– quintuplicar la cantidad que debía cancelarse.

Eso ocurre con la más reciente obligación, los $ 2 millones que exige la empresa Servisky S.A. Se suma a los $ 1,6 millones del exjugador Rolando Zárate (solo habría cobrado $ 310.333 si se le pagaba en el plazo fijado) y los $ 662.000 del DT Benito Floro (quien en principio recibiría $ 373.000, pero ninguna de las tres directivas anteriores a la de José Cevallos arregló).

En el 2011, José Herrera, quien encabezó la Comisión de Fútbol canaria, le prestó al club $ 750.000, dinero que recuperaría con la firma del contrato de licencia de uso de marca de Barcelona, suscrito con Servisky. Así lo explicó el extitular Alfonso Harb, en cuya gestión se pactó el acuerdo con Herrera, quien además de ser accionista de la compañía ese año se postuló a la presidencia.

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“Servisky prestó sus servicios y ayudó en la parte financiera después de la crisis del club, la peor tras la salida de Eduardo Maruri. Lo que hice fue conseguir apoyo para pagar a los jugadores”, explicó ayer Herrera a radio Caravana.

En la misma estación, Harb admitió: “Herrera contrató con Barcelona el derecho de uso de marca para poner el escudo en las carcasas de teléfonos y para el uso de emblemas para difundir información en mensajes de celular. Por esa licencia canceló $ 750.000, que sirvieron para financiar una parte del presupuesto del semestre que me tocó administrar”, y aseguró: “Así consta en informes de auditoría. Tengo las copias de los cheques”.

Según Harb: “Barcelona no se endeudó, vendió su marca. Herrera aportó para apoyar al club. Obviamente, como todo el que pone dinero en el fútbol, él aspiraba a recuperarlo de alguna forma”. Y la vía fue firmar un contrato de uso de marca por diez años, que luego (2012) el directorio de Antonio Noboa canceló.

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“Cuando llegaron los Noboa (Antonio y Luis), rompieron el contrato de forma abrupta. Lo que la empresa (Servisky) solicitaba era que Barcelona (al incumplirse el acuerdo) devolviera el dinero que les prestamos, pero no lo hicieron. Agotamos todas las formas legales, pero no pagaron y se planteó la demanda”, detalló Herrera.

El proceso judicial está ejecutoriado y Barcelona debe pagar $ 2’004.533, es decir, casi tres veces más que los iniciales $ 750.000 recibidos.

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Juan Alfredo Cuentas, vicepresidente financiero canario, dijo: “Tenemos entendido que (el proceso) ya está sentenciado y ejecutoriado. Tenemos que averiguar qué abogados fueron los que defendieron y por qué perdieron. El hecho de que la firma se haya dado por diez años no justifica que nos quieran cobrar $ 2 millones”.

Cuentas aseguró en radio Huancavilca que no hay ningún documento en el club sobre este caso, pero que la FEF ya les notificó sobre una posible retención de valores. Por ahora, Barcelona busca llegar a acuerdos con el acreedor, que pasó la deuda a una entidad financiera. (D)