Mario Götze, volante ofensivo del Borussia Dortmund, autor del gol contra Argentina al final de un alargue que le dio a Alemania la Copa Mundial del 2014, estará marginado de las canchas por tiempo indefinido a raíz de unos “trastornos metabólicos” que le generan recurrentes problemas musculares.

“Un análisis interno integral de las posibles causas” de los problemas musculares reveló “trastornos metabólicos que hacen necesario que no se entrene por un tiempo”, dijo el club ayer sin dar más detalles.

El diagnóstico ambiguo, lejos de calmar los ánimos de la afición al justificar el discreto rendimiento de Götze en los últimos meses, rescata antiguos rumores de sobrepeso y recuerda los fantasmas que condenaron la carrera de otros grandes futbolistas como el brasileño Ronaldo.

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Algunas informaciones señalan que el jugador podría padecer hipotiroidismo, la misma enfermedad que tuvo Ronaldo, el Fenómeno, en su época de futbolista y que lo hizo finalmente retirarse de los terrenos de juego. El mal fue el causante del fin de su carrera profesional.

Götze, de 24 años, ha tenido un año frustrante en su regreso al Dortmund tras su paso por el Bayern Munich. Completó solo cuatro de once partidos en la liga. Götze ya había tenido problemas musculares en la pretemporada. Últimamente se quejó de molestias en el muslo.

El director deportivo del club, Michael Zorc, dijo que estaban contentos de haber dado con la raíz del problema y que el jugador tendría todo el apoyo del club para hacerle frente.

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“Estoy en tratamiento y haré todo lo que esté a mi alcance para volver a los entrenamientos y ayudar al equipo a conseguir nuestros objetivos comunes lo antes posible”, dijo Götze. Sin embargo, su decadencia deportiva resulta innegable pese a contar con solo 24 años de edad. Un caso sin apenas precedentes.

Desde que abandonó Dortmund en el 2013 para sumarse al Munich de Josep Guardiola su carrera se ha venido abajo de forma alarmante, con la única salvedad de su momento de gloria en Maracaná en el Mundial del 2014. Götze tocó fondo con Alemania en la Eurocopa 2016. Su más que discreto rendimiento provocó que tanto Mario Gómez como Julian Draxler lo condenaran al banquillo en los duelos decisivos. (D)