La Juventus de Turín se impuso 2-0 al Porto este miércoles en la ida de los octavos de final de la Champions League, en un partido que los italianos dominaron de principio a fin y con el que encarrilaron su pase a cuartos.

El partido fue un monólgo de los visitantes, que se aprovecharon de la expulsión del lateral brasileño Alex Telles en la primera parte (27m). El croata Parko Pjaca (72m) y el brasileño Dani Alves (74m), ambos saliendo desde el banquillo, pusieron los goles. (D)

Tras un intercambio de golpes que, a modo de tanteo, protagonizaron ambos equipos durante los primeros compases del encuentro, lo de Massimiliano Allegri se adueñaron del juego.

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A partir del minuto 20 la Juve se instaló en campo contrario, con un Porto totalmente replegado, y el bosnio Miralem Pjanic comenzó a manejar a su antojo las manijas del encuentro.

Si Pjanic armaba la jugada, el argentino Paulo Dybala, unos metros más arriba, le daba forma. Su zurda prometía una ocasión cada vez que tocaba la pelota entre líneas.

El carril derecho, con el lateral suizo Lichtsteiner -que cuajó una actuación soberbia- y el colombiano Guardado, fue la otra gran baza de la Juve en la primera parte. Hacía ese flanco diestro volcaron los visitantes su juego y por ahí comenzó a romperse el partido.

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Ambos, colombiano y suizo, fueron objeto de dos durísimas entradas del lateral brasileño Alex Telles en apenas dos minutos (25 y 27) que se saldaron con sendas cartulinas amarillas y la expulsión del jugador local.

Con la expulsión, el entrenador del Porto, Nuno Espírito Santo, ordenó una defensa de cuatro y, paradójicamente, su equipo se mostró algo más sólido.

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La Juve seguía en poder del esférico pero sin concretar situaciones de peligro. El empuje se fue diluyendo hasta que un remate de cabeza del alemán Sami Khedira, que se fue por un metro (33), volvió a animar a los suyos.

Dybala y Pjanic comenzaron de nuevo a trenzar jugadas y, fruto de esa conexión, llegaron dos ocasiones manifiestas de gol. La primera un remate forzado y con la izquierda de Gonzalo Higuaín, que obligó a estirarse a su ex compañero de equipo Iker Casillas (38). La segunda la protagonizó el propio Dybala, que conectó un potente tiro desde fuera y del área y sin carrerilla que el poste escupió (45).

En la segunda parte el dominio juventino se acentuó. Con la zaga muy adelantada (Andrea Barzagli y Giorgio Chiellini estuvieron imperiales toda la noche, sin cometer un fallo), pisando todo el tiempo la línea divisoria y con un Guardado todavía más abierto que en la primera mitad, pegado a la cal, la Juventus sometió a su rival.

Por el centro Dybala y Pjanic -una auténtica pesadilla para los portugueses- siguieron castigando a los locales, si bien los minutos pasaban y los goles -que no las ocasiones- seguían sin llegar. (D)

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