Que Cristiano no ha ido a Japón de vacaciones lo saben los propios nipones, todo el madridismo e incluso el tegucigalpense medio: allá donde haya un título que levantar, suele estar él, con especial interés si tiene a tiro algún récord por batir o reto por superar.

En el caso del Mundial de Clubes, coronar un 2016 de ensueño ganando su cuarto título y estrenándose como goleador madridista en el torneo que acredita al vencedor como el mejor equipo del universo.

En 2014, la falta de puntería penalizó las actuaciones del portugués en el Mundial de Clubes. San Lorenzo y Cruz Azul pueden presumir de haber escapado de su insaciabilidad, una circunstancia que no suele darse: a excepción del Mundial de Clubes, Cristiano ha visto puerta en todas las competiciones en las que intervino como madridista.

Publicidad

En cambio, mejor le fue hace dos años a un Sergio Ramos al que el físico obligará a ausentarse esta vez. Sin el comodín del camero, la importancia del luso crece aún más pese a la ya sabida superioridad europea en estos casos. (D)

Lee la nota completa en Diario As.