Los restos de cinco de los siete tripulantes del avión boliviano Lamia que se estrelló en Colombia con un saldo de 71 muertos, entre estos el equipo del Chapecoense brasileño, llegaron la tarde del viernes a Bolivia, informó el gobierno.

Un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), que transportó los cadáveres, aterrizó primero a la ciudad boliviana de Cobija, en el extremo norte y sobre la misma frontera con Brasil, para dejar los restos del piloto Miguel Alejandro Quiroga, de donde era oriundo.

La nave militar emprendió luego vuelo a Santa Cruz, este de Bolivia, con los cuerpos de Fernando Ovar Goytia (copiloto), Rommel David Vacaflores (jefe de tripulantes), Sisy Arias (asistente) y Alex Quispe (despachador de vuelo).

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Los otros dos miembros de la tripulación, el paraguayo Gustavo Encina (tripulante) y el venezolano Eduardo Lugo (jefe aeronavegación) fueron repatriados también a sus países. El primero el jueves y el segundo este viernes.

“Acabamos de dejar los restos a la familia de ‘Miky’ Quiroga, uno de los pilotos de la nave que sufrió accidente trágico, y continuamos nuestro destino a Santa Cruz, con los otros cuatro cadáveres“, afirmó el viceministro boliviano de Interior, Pedro Villa, a la radio privada Erbol.

Villa encabezó la comisión boliviana que se desplazó hasta Colombia, para repatriar los cuerpos de sus compatriotas.

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La tripulación del trágico Lamia, una empresa que fue suspendida por el accidente por autoridades aeronáuticas bolivianas, estaba compuesta por nueve personas, de las cuales sobrevivieron la azafata Ximena Suárez y el técnico de Vuelo, Erwin Tumiri. El siniestro aéreo dejó 71 muertos y seis sobrevivientes.

Entre los fallecidos están principalmente los jugadores del brasileño Chapecoense que debía disputar ante el Atlético Nacional en Medellín el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, periodistas y dirigentes del club.

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Entre los fallecidos hay 64 brasileños, cinco bolivianos, un venezolano y un paraguayo.

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