Gustavo Quinteros estaba en la mira, y en el momento más delicado de su etapa como director técnico de la selección ecuatoriana, hizo variantes profundas que al final surtieron efecto.

El periodismo especializado, pero sobre todo la hinchada, pedía con fuerza cambios en la selección titular de Ecuador. Los argumentos de figuras ya gastadas, con bajo rendimiento y con poco juego en sus clubes de origen, se repitieron desde el momento de mayor dificultad: la doble fecha de septiembre pasado que derivó en la goleada de local frente a Brasil y la derrota en Lima frente a Perú.

Quinteros escuchó. Esteban Dreer en el arco sustituyó a Alexander Dominguez, con fallas en su actual club, el Monterrey, donde ya es suplente.

Publicidad

La lesión de Walter Ayoví incidió en la presencia de un jugador determinante en el partido de hoy frente a Chile: Cristian Ramírez.

El jugador del Ferencvárosi T.C. de Hungría hizo un partido excelente, redondeado con un gol de factura.

Otra variante fue Luis Caicedo en vez del suspendido Gabriel Achilier. Quinteros se decidió por el jugador del Independiente del Valle en lugar del más experimentado Frickson Erazo, del Atlético Mineiro.

Publicidad

Y otra más fue su decisión de incluir al voluntarioso volante de marca, Jefferson Orejuela, del Indendiente del Valle, en lugar de Carlos Gruezo, actualmente en la MLS.

La última variante, obligada fue incluir a Fidel Martínez, de los Pumas de México, en lugar del lesionado Jefferson Montero.

Publicidad

Quinteros se enfrenta ahora al reto de La Paz, donde triunfaron dos de sus rivales directos: Uruguay y Colombia.

El martes se verá la confirmación de este Ecuador arrollador, que hoy vapuleó a Chile 3 a 0, un resultado mentiroso, que pudo ser mucho más abultado y que pasa a ser la victoria más holgada en la historia de duelos oficiales frente a los araucanos.