Kevin Love continúa en protocolo de conmoción y su condición es incierta para el tercer juego, que se realiza hoy, a las 20:00 (de Ecuador), por la final del básquet en la NBA.

El delantero de los Cavaliers recibió accidentalmente un codazo en la parte posterior de la cabeza por parte de Harrison Barnes, de Golden State, durante la primera mitad del segundo encuentro jugado el pasado domingo. Love permaneció en el vestuario y no entrenó ayer.

Según la política de la Liga, es necesario que Love supere varios procesos antes de que pueda ser autorizado a jugar.

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“Estamos abajo 0-2 y no podemos darnos el lujo de mirar y decir: ‘Vaya, Kev no está jugando. ¿Qué vamos a hacer?’. Es el hombre que sigue, porque es una obligación ganar para nosotros. Obviamente su salud es muy importante, pero en la situación en que estamos ahora tenemos que permanecer confiados”, señaló el astro LeBron James. (D)