Lograr que el Independiente del Valle ingrese “en la historia grande del fútbol de Ecuador” era el sueño del técnico Pablo Repetto. Lo reveló el pasado lunes antes de viajar a Ciudad de México, donde al siguiente día, de forma heroica, el equipo clasificó a semifinales de la Copa Libertadores, tras eliminar en penales (5-3) a Pumas.

El anhelo del uruguayo se cumplió con creces. Los del Valle están entre los cuatro grandes de América, y en la próxima ronda buscará otra hazaña cuando intente eliminar a Boca Juniors, de Argentina. Además, es el quinto club ecuatoriano que alcanza semifinales (antes lo hicieron Barcelona, Emelec, Liga de Quito y El Nacional).

La institución nació en 1958 con la denominación de Independiente José Terán. Su historia había trascendido poco.

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Hasta que en el 2007, hubo un giro total. Un grupo de empresarios, liderados por Michel Deller, compró el Independiente, que ese momento jugaba en la segunda categoría de Pichincha, por $ 15 mil, reveló el gerente Santiago Morales.

La idea, explicó, era tener un equipo profesional, pero cuya base de jugadores salga de las formativas. En el 2010, debutó en la Serie A. No ha sido campeón, pero ha estado cerca.

Se construyó un complejo en Chillo Jijón (suroriente de Quito, cerca a Sangolquí). Ahí, llegan jóvenes futbolistas de todo el país, y si son aceptados tendrán los beneficios de educación, residencia, alimentación, atención médica, algunos ingresos económicos y, sobre todo, si destacan pasarán al primer equipo con opciones de ser transferidos al exterior.

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En 2012, constató este Diario en un reportaje, comenzaban a despuntar Jefferson Orejuela, Luis Caicedo, Junior Sornoza, Bryan Cabezas, entre otros. Hoy, figuras en la campaña del Independiente.

No alcanzaron a disfrutar de este momento futbolistas como Mario Pinedia, Cristian Ramírez, Daniel Angulo, Fernando Guerrero, Jonathan González, Carlos Gruezo, Jefferson Montero, Juan Cazares..., quienes se formaron en el club, pero fueron transferidos.

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El nombre de Independiente comenzó a trascender en el extranjero desde el 2013, con dos clasificaciones a la Copa Sudamericana y tres consecutivas a la Libertadores (2014, 2015 y 2016). El gran gestor: el uruguayo Pablo Repetto.

El charrúa fue contratado en septiembre del 2012, cuando el plantel pasaba una mala racha; al final, le clasificó cuarto.

En este proceso, se le han ido baluartes como González, Ramírez, Guerrero... Mas, esta temporada Repetto aceptó seguir, pero con la condición de que el plantel se mantenga. Solo se fue Pineida. “La idea es luchar en el torneo y en la Copa”, declaró a inicios de año. (D)