Diferentes estados anímicos se vivieron esta semana en el Deportivo Quito. Lo más reciente, la emoción por conmemorar 60 años de vida del club. Con este envión, los jugadores buscarán el primer triunfo en el torneo, hoy, cuando enfrenten a la Universidad Católica.

Pero, no todo fue felicidad. El pasado martes, el plantel no cumplió una práctica para demostrar su inconformidad por el no pago de sueldos a varios de sus compañeros.

El capitán Isaac Mina se despidió del club. El motivo: acusó a un dirigente (no dio el nombre) de querer ensuciar su imagen. Y se confirmó la rotura parcial de ligamentos que sufrió el zaguero Efrén Proaño.

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La buena noticia también llegó. El presidente Joselito Cobo anunció un acuerdo con la Asociación de Futbolistas para cancelar $ 50 mil mensuales, por deudas con exjugadores, y con ello no correr el riesgo de ser suspendidos.

La confraternidad se hizo presente, el jueves, en el complejo Ney Mancheno. La dirigencia ofreció una parrillada a los futbolistas, por los 60 años de vida del club. Los festejos continuaron, el viernes, con una sesión solemne. Y en la noche, la hinchada se reunió para una fiesta azulgrana. Hasta el momento, en cuatro fechas, no conocen la victoria.

En Católica, en cambio, la tranquilidad fue la tónica. No hubo sobresaltos. El DT Jorge Célico enviará a los mejores, ya que tiene todo el plantel a su disposición, incluido el delantero Federico Laurito, quien cumplió una suspensión. (D)