El futbolista uruguayo Luis Suárez se asomó este viernes al balcón de la casa donde está descansando y saludó a algunos hinchas y vecinos que se habían congregado para darle su apoyo.

Con sus dos hijos, Benjamín y Delfina, en brazos, Suárez saludó a la gente, sin posibilidad de que la prensa tomara contacto con él ya que estaba en la planta alta de la residencia, ubicada en la costa, a 39 kilómetros de Montevideo.

Medios uruguayos informaron hoy de que Suárez organizará mañana un encuentro con familiares y amigos para seguir por televisión el partido que la selección uruguaya jugará ante Colombia en Río de Janeiro por los octavos de final del Mundial de Brasil.

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Hasta ahora solamente el presidente de Uruguay, José Mujica, ha podido conversar con Suárez desde que llegó a Montevideo poco después de las 05:00 horas (03:00 de Ecuador) procedente de la ciudad brasileña de Natal.

Mujica comentó hoy en una audición radial que le dio "un humilde abrazo" y que lo invitó a "seguir viviendo, aprendiendo y luchando".

Suárez fue sancionado el jueves con nueve partidos de sanción con la selección uruguaya y con cuatro meses de suspensión por haber mordido al defensa italiano Giorgio Chiellini en el partido del martes, por lo que tuvo que abandonar el Mundial de Brasil.