A un día para la inauguración del Mundial, Brasil pudo escuchar este miércoles a Neymar, el hombre sobre cuyos hombros recae el peso de conquistar el hexacampeonato, meta única del delantero del Barcelona.

"No quiero ser el mejor jugador del Mundial, ni el máximo artillero. Sólo quiero el título, ser el campeón, mi sueño desde niño", dijo Neymar antes del debut de mañana en el Mundial en casa ante Croacia.

Neymar se puso ante los micrófonos de la sala de prensa del Arena Corinthians, el estadio que acogerá el partido inaugural, y dijo lo que todo el mundo quería oír. "Llegó la hora, el momento que el mundo espera y nosotros aún más", admitió la estrella brasileña, aún con semblante serio, mordiéndose la uña del dedo meñique y tocándose la barbilla, como si todavía estuviera tomándole el pulso a la sala de prensa.

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"Estoy un poco ansioso, pero al tiempo la felicidad que tengo de estar donde estoy es muy grande, porque muchos querrían estar en mi lugar: estoy conquistando mi sueño y el de muchos de mis amigos que no pudieron llegar aquí", admitió Neymar, de 22 años.

La joven estrella brasileña no parece acusar la tremenda presión, pese a las desorbitadas expectativas generadas en Brasil en torno a su figura. Los medios y los expertos lo señalan como el único jugador capaz de lograr que, 64 años después, la "canarinha" logre su sexto título mundial, esta vez en casa.

"Yo quiero ser uno más del equipo. Estoy preparado para ayudar a mis compañeros de todas la maneras necesarias. No juego solo, nadie lo hace. Somos 11, todos conocemos nuestro papel y, si cumplimos nuestra función, nuestro equipo puede ir muy lejos", dijo Neymar ante la enésima pregunta sobre su estrellato en este Mundial.

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Neymar ha marcado 34 goles en 54 partidos con su selección. Eso supone 0,63 goles por partido, una media bastante superior a la estadística que presenta con el club azulgrana: 0,4 goles por partido, tras marcar 17 en 43 encuentros.