El hospital de Grenoble, donde está ingresado Michael Schumacher, desmintió ayer el rumor expandido por las redes sociales en el que se apuntaba que el expiloto alemán de Fórmula Uno había fallecido.

“El hospital de Grenoble desmiente que Schumacher haya muerto”, señaló un portavoz de ese centro citado por los medios galos, acallando la noticia que circuló a lo largo del día en la red social Twitter.

Reducción de sedantes
El último comunicado oficial sobre el estado del expiloto data del pasado 30 de enero, cuando la portavoz del heptacampeón del mundo de F1 anunció que los médicos que lo atienden le redujeron la sedación, para comenzar el proceso de sacarlo del coma inducido.

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Proceso de despertar
“Los sedantes administrados a Michael se han reducido desde hace poco para emprender el proceso de despertarlo, que podría durar mucho tiempo”, indicó entonces Sabine Kehm, en un comunicado emitido ante la cascada de informaciones sobre la situación del expiloto.

Schumacher se encuentra desde el anterior 29 de diciembre en el hospital universitario de Grenoble, en el este francés, donde fue ingresado tras sufrir una fuerte caída en un sector fuera de pista de la estación de esquí de Méribel, donde posee una residencia.

En la caída, el heptacampeón mundial de 45 años, se golpeó la cabeza contra una piedra y los galenos consideran que puede sufrir daños cerebrales, por lo que le indujeron el coma artificial en el que se encuentra y del que han iniciado el proceso para despertarlo