Enner Valencia, quien se consagró campeón este año con Emelec, viajó el viernes a México, donde jugará la próxima temporada en el Pachuca. Pero antes de irse contó su historia en el equipo millonario.

Valencia tuvo un 2013 de ensueño con los eléctricos, en el que destacó como jugador, consiguió el título del torneo y finalizó como goleador de la Copa Sudamericana, pero sus inicios en el balompié no fueron tan alegres.

El esmeraldeño relató que para forjarse como futbolista le tocó vivir en el estadio Capwell y muchas veces no tenía ni para comer.

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Enner Valencia Lastra llegó en el 2008 a Guayaquil desde Sucumbíos, del Caribe Juniors. Pedro Pablo Perlaza, exvolante campeón con Emelec en 1979, le gestionó una prueba ese mismo año con los azules cuando el esmeraldeño tenía 18 años. Se quedó y empezó una historia de sacrificios que se cerró con la obtención del título 2013 y su consolidación como figura de su club y la Tri.

¿Cómo llegó a Emelec?
Cuando arribé me acuerdo que estaba el profesor de la sub-19 Jesús Cárdenas y en la primera práctica me dijo que me iba a quedar en el club.

¿En qué posición lo ubicaron?
Ahí jugué de volante ofensivo por derecha e izquierda.

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¿Se le hizo complicado acoplarse a su nuevo medio?
Fue muy difícil. Me acuerdo que me tocó llegar a vivir al estadio Capwell y muchas veces no había para comer, pero sabía que en esta actividad debía poner amor por lo que quería. Con eso, con el corazón, salí adelante.

¿Cuál fue la situación más dura en su etapa de juvenil?
Nos tocaba entrenar siempre en la mañana, pero no había desayuno. Luego, al volver (de la práctica) no había almuerzo. La coordinadora no nos daba la comida a la hora fijada y eso nos complicaba entrenar bien.

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¿Dónde vivía?
Arriba del estadio Capwell hay habitaciones. Me contaban que antes ahí se concentraba el primer equipo.

¿Es anecdótico que haya vivido en el lugar donde se consagraría como futbolista?
Conozco como la palma de mi mano ese estadio. Viví ahí y lo recorrí de arriba abajo. El Capwell será inolvidable, es algo que voy a llevar por siempre en el corazón.

¿En qué año el Capwell dejó de ser su casa?
Cuando subí al equipo de primera, en el 2009, con el profesor Gabriel Perrone. Me consiguieron un departamento y me mejoraron mucho (el salario; ganaba entre $ 300 y $ 500 mensuales).

¿Qué pasará con la casa que compró en Guayaquil?
Quedará para mi familia, mis papás viven en San Lorenzo (Esmeraldas) y será para que estén bien, para que no pasen las cosas que yo viví.

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Jorge Sampaoli lo hizo debutar. ¿Qué aprendió de él?
Dejó marcada mi carrera. Fue un técnico que siempre dio confianza a los jóvenes. Me hizo debutar en una Copa Libertadores (en Rosario ante Newell’s Old Boys en el 2010) y yo no tenía experiencia. De Sampaoli aprendí a tener carácter, a seguir siempre para adelante y a no darme por vencido.

¿En qué posición debutó?
Mi estreno fue como carrilero por izquierda, pero me ponía también por derecha. Muchas veces como volante derecho ofensivo. Me hacía sentir cómodo por la confianza que me daba, por lo que transmitía al grupo. Siempre dijimos: él es un enfermo por el fútbol y lo ha demostrado hasta ahora.

En la Sudamericana 2012 Sampaoli regresó al Capwell como DT de Universidad de Chile, ¿Habló con él?
Sí. Me dijo: “Hijo, ¿cómo estás? Veo que has mejorado mucho, hay que seguir para adelante tú puedes dar mucho más”. Siempre llevaré sus palabras.

¿Qué entrenador ha sido más importante para usted?
De cada técnico uno aprende un poquito, pero creo que aprendí mucho con Sampaoli, con el Turco (Omar Asad) y ahora con el profe (Gustavo) Quinteros. Él me enseñó muchas cosas, me puso en una nueva posición y gracias a él fui llamado a la Selección.

¿Qué le enseñó Quinteros?
Es una persona ganadora, siempre fue positivo. Me enseñó cómo moverme en el campo de juego, cómo desempeñarme y también a ser un ganador. Me acuerdo cuando perdimos 0-2 con El Nacional, de locales; no hicimos un gran encuentro, pero el profe decía: “Jugamos un gran partido, no crean lo que dice la gente. Debemos hacernos fuertes”.

¿Cómo administrará sus ingresos económicos y el premio que ha recibido de una entidad bancaria?
Por ahora analizo todo eso con mi mamá y mi papá, con mi familia. Intento decidir cómo invertir la plata para no malgastarla y que todo esto sea productivo.

¿Qué significa Emelec para usted y su familia?
Es lo mejor que me ha pasado hasta ahora. Me llevo un recuerdo inolvidable y sé que si me voy, a mi regreso quisiera venir acá (Emelec).

¿Volver para el retiro?
A seguir jugando con un gran nivel, a darle muchas cosas al club y si se da la posibilidad de retirarme ahí, mucho mejor.

¿A quién extrañará del club?
Me llevaba bien con todos. Tal vez conversaba un poco más con (Óscar) Bagüí, Polo Wila y José Luis Quiñónez. Ese era el grupito que siempre estaba haciéndose bromas. Ese grupo se hará extrañar un poco, pero debo saber que así es el fútbol.

¿Recibió otras propuestas?
El año pasado estuve a punto de irme, pero el presidente (Nassib Neme) se reunió conmigo, me habló y me dijo que aún no era el momento, que esperara un poquito más y lo supe entender.

¿Qué club lo pretendía?
El Málaga, de España, con Manuel Pellegrini como técnico. Mi empresario dijo que (Pellegrini) habló bien de mí, que me quería en el club.

¿Walter Ayoví le ha dado referencias del Pachuca?
Me ha dicho que es una buena institución, muy seria, una de las mejores de México.

¿Sueña con jugar en Europa?
Seguro que sí, ese el objetivo. Hay que hacer las cosas bien para luego dar un paso mucho más grande.

Es el goleador de la Copa Sudamericana, ¿Qué siente?
Muy tranquilo, me enteré por ustedes (la prensa).


Experiencia internacional tendrá Enner Valencia en el pachuca.

Siempre jugué de volante por derecha. El profe Quinteros me puso en una nueva posición y me trató de mejorar ahíEnner Valencia exjugador de Emelec

Fue su año. Está creciendo de una manera sorprendente. Enner tiene mucho más que dar, recién cumplió 24 añosGustavo Quinteros, DT eléctrico

Los jugadores que hay en la plantilla de Emelec tendrán que tomar la posta que deja Enner ValenciaNassib Neme, presidente de los azules