Treinta años tardó Ecuador en ubicar a un club en la final de la Libertadores y fue Barcelona el que disputó el título.

El 10 de octubre de 1990, en el duelo de vuelta, Marcelo Trobbiani (i) le marcó a Olimpia en el Monumental; fue 1-1. El visitante, que ganó en la ida 2-0, fue el campeón.