Quienes vieron a Camilo García poco después de que sufriera un accidente durante el Panamericano de BMX que se realizó en Argentina (13 de mayo), presagiaron lo peor. Fue hospitalizado y se le veía irreconocible, recuerda Guillermo Granda, abuelo del deportista que permanece junto al piloto desde el tercer día del percance.

Transcurridos más de dos meses desde el suceso, el “milagro”, como califican los allegados a Camilo e incluso el mismo ciclista, fue posible.

“Me cuentan que muchos no han salido de estas situaciones, y a mí se me dio este milagro de estar vivo y contando mi historia”, relata en medio de una leve sonrisa el Gato, como apodan al corredor quiteño de 16 años.

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Hace más de un mes llegó a las instalaciones del Ministerio del Deporte a cumplir con las terapias de rehabilitación. Lo hizo en silla de ruedas. Estaba algo deprimido, reconoce Camilo. No obstante, en una visita que le hizo un equipo de este Diario, el pasado 23 de julio, y observar los ejercicios de recuperación que realiza el Gato, parece que no sufrió ningún accidente. Solo su testimonio da cuenta de ello.

Luce atlético. Cumple las órdenes del fisioterapeuta Santiago Cadena. Sonríe. Se ejercita en la bicicleta estática y en la caminadora. También hace ejercicios de coordinación de movimientos del cuerpo.

En sí, “ha evolucionado mucho, sobre todo en la motricidad”, afirma Cadena.

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Cuando Camilo llegó, cuenta el fisioterapeuta, reflejaba un 10% de capacidad para realizar las actividades diarias, hoy está en un 60%.

Así también lo siente el bicicrosista. Es más, está ansioso por terminar la rehabilitación y volver a la pista. “La bicicleta es mi vida. Por la bicicleta me pasó esto, pero por ella también me salvé ya que gracias al buen estado físico que tengo logré sobrevivir”, relata.

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El Gato, múltiple campeón nacional desde el 2008, segundo en un Latinoamericano y tercero en Sudamericano y Panamericano, dice no recordar nada del día del accidente.

Incluso, su abuelo cree que será muy difícil saber lo que sucedió. Hay dos versiones: una dice que se desmayó sobre la bicicleta, y la otra, que fue por una falla mecánica.

Mientras se avecina el retorno de Camilo, él sueña, pero no en imposibles, sino en retos que, asegura, los cumplirá. “Quiero volver a competir a nivel internacional, y por qué no, clasificar a unos JJ.OO.”, dijo.