En el año de la fe proclamado por Benedicto XVI, Manuel Casado Velarde, catedrático universitario, ofrece un estudio acerca de la relación entre Fe y Ciencia. Los siguientes nombres de científicos y las breves reflexiones que los acompañan, bastan para dejar en la sombra la disyuntiva ciencia o religión y descubrir la firmeza de la unión ciencia y religión.

Comencemos teniendo en cuenta que la matriz cultural de la ciencia moderna es cristiana; pues muchos de los protagonistas de su inicio y desarrollo son los cristianos Copérnico, Galileo, Newton, Volta, Ampere. Cauchy, Faraday, Kelvin, Maxwell, Plank, Millikan, Marconi, Lemaitre entre otros muchos.

Científicos, como el italiano Carlo Rubbia, Nóbel de Física en 1984, han encontrado en la fe un estímulo para sus investigaciones. Carlo Rubbia en entrevista en el Neue Zürcher Zeitung afirmó en 1992: “…Encuentro absolutamente inaceptable la idea de que todo sea resultado de la coincidencia, o una mera diversidad estadística. Aquí existe una inteligencia superior, por encima y más allá de la existencia misma del universo”.

A estos científicos cristianos se suman el exateo marxista Antony Flew, que escribió el libro: El mayor descubrimiento de la ciencia moderna es Dios y el exagnóstico Francis Collins, que dirigió el proyecto “Genoma Humano”. Él, sorprendido “por la elegancia del código genético humano” llamó al ADN humano el lenguaje de Dios.

El matemático John Lennox, refiriéndose al ADN humano, que es un programa escrito con más de tres mil millones de letras, comenta: No puede no haber detrás un escritor, un creador inteligente. Según un estudio, realizado mediante encuestas a 149 biólogos expertos en evolución, acerca del papel que desempeña la religión en la vida de estos prestigiosos científicos biólogos, solamente el 10% de ellos veía conflicto entre la ciencia que practicaban y las creencias religiosas.

En otro estudio, realizado por Howard Ekclund y Elizabeth Long, fueron encuestados sobre la religiosidad 275 científicos de 21 universidades. Pues bien, la grande mayoría de esos científicos se declaran religiosos. Postulado de la ciencia son la “racionalidad de la naturaleza” y la inteligibilidad del universo. Si la naturaleza fuera caprichosa, no habría motivos para investigar. “Se convirtieron en científicos, porque estaban buscando leyes en la naturaleza; y buscaban esas leyes, porque creían en un legislador, que las había dado”.

Qué decir de científicos, como Dawkins o Hawking, quienes, por negar la existencia de Dios, no dejan de ser famosos? Según ellos, dios es solo un recurso para rellenar aquellos agujeros del conocimiento científico, que aún existen. La ciencia es la última instancia, que acabará con los agujeros; la ciencia acabará enterrando a dios. Marx dice lo mismo. Según él, dios es la respuesta que el hombre se imagina para calmar sus deseos insatisfechos. Yo tampoco creo en ese dios imaginario. Einstein resuelve el dilema entre ciencia y religión, afirmando: “La ciencia sin la religión está coja; la religión sin la ciencia está ciega”. Notemos: La FE cristiana es no solo conocimiento religioso, es adhesión y seguimiento a Cristo, como “camino, verdad y vida”.