La guerrilla colombiana de las FARC anunció su primer cese al fuego en 10 años, en una sorpresiva decisión con la que aseguran que pretenden facilitar las negociaciones de paz iniciadas el lunes con el Gobierno, en Cuba.

La medida, que coincidirá con la Navidad y el Año Nuevo, entrará en vigor desde la medianoche de este lunes hasta el 20 de enero de 2013, explicó Iván Márquez, el alias de Luciano Marín Arango, quien es el jefe negociador de las FARC en los díalogos.

El cese al fuego de dos meses, anunciado por Márquez, contempla la paralización de las actividades militares y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública y privada desde la medianoche del lunes hasta el 20 de enero.

Publicidad

"Esta decisión política de las FARC-EP es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado de todos los colombianos", dijo un comunicado leído por Márquez a periodistas en La Habana.

Gobierno mantendrá ofensiva
Sin embargo, el Gobierno colombiano mantiene su posición de continuar
las operaciones militares contra los rebeldes hasta que sea firmado un
acuerdo final e incluso se ha comprometido a intensificar la ofensiva.

El 6 de septiembre, cuando las FARC anunciaron quiénes serían sus
negociadores en la mesa, el presidente Juan Manuel Santos descartó que
la fuerza pública y militar hagan un cese el fuego, una política
ratificada el 15 de noviembre cuando alegó que su posición no buscaba
humanizar al conflicto sino terminar con él.

Publicidad

Santos quiere un
acuerdo de paz dentro de nueve meses y rechazó semanas atrás la
posibilidad de que las Fuerzas Armadas suspendan sus operaciones contra
la guerrilla.

El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aseguró hoy que las fuerzas de seguridad seguirán desarrollando operaciones militares en el país pese a la tregua declarada.
 
Reacciones diversas
El anuncio del cese al fuego de la guerrilla fue recibido con beneplácito por los habitantes de zonas afectadas a diario por la intensidad de la confrontación.

Publicidad

El cese de las hostilidades era pedido por varios grupos de activistas
de derechos humanos como la Red de Iniciativas por la Paz y contra la
Guerra (Redepaz).

De todas maneras, Luis Sanabria, director de
Redepaz, recordó que al ser
unilateral, el cese de hostilidades significa que las FARC no atacarán
al ejército o tomarán pueblos y carreteras, lo que no implica que no
vayan a defenderse.

"Lo recibo como un hecho de paz, como una señal positiva en el propósito de ponerle fin a este conflicto absurdo", dijo el senador oficialista Roy Barrera, presidente del Congreso.

"Maniobras para parecer pacifista"
Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia, cree que el
cese está limitado "exclusivamente a cesar las operaciones militares
ofensivas contra la fuerza pública, es decir que se reserva las FARC la
posibilidad de seguir... extorsionando a la sociedad civil". Es "una
maniobra de las FARC que trata de aparecer a la guerrilla como
pacifista", agregó.

Publicidad

José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, sostuvo que "hay que tomarlo con mucha precaución, no vaya a ser que esta sea una señal de las FARC para mostrar buena voluntad y luego pegar zarpazo en temas que son sustantivos" por lo que pidió a las Fuerzas Militares mantener sus operativos ofensivos contra la insurgencia.

Presión sobre Santos
Tampoco pasó desapercibido que el anuncio pone a las autoridades en el dilema de tener algún tipo de reacción o imitar la idea.

"Sin duda, ejerce presión política sobre el gobierno de Santos", comentó por su parte el analista Adam Isacson de la Oficina de Washington para América Latina (Wola, por sus siglas en inglés), un centro de estudios con sede en Estados Unidos.

La última negociación de paz con las FARC tuvo lugar entre 1999 y el 2002, en el Gobierno del ex presidente conservador Andrés Pastrana y fracasó debido a que la guerrilla intensificó sus ataques y secuestros.