Al escribir que las carreteras de la Costa ecuatoriana están infestadas de burros, los lectores pueden divagar hacia portadas mediáticas cargadas de crudeza e imprudencia. Pero tomando al burro de manera literal, estas vías sirven como sitio de recreo para estos animales destinados al trabajo en nuestro país.

A veces deambulan sin preocupación alguna hacia la carpeta asfáltica, cruzando su suerte frente a bólidos de metal, causando sustos y accidentes. Es justo cuando el astro rey decide descansar de su ajetreo diario, en el que el burro le hace honor a su nombre; a las 18:00, el cielo comienza a adquirir una coloración que se asemeja a la del animalejo que se convierte en mago, escondiéndose y apareciéndose ante nuestros ojos. La hora del burro ha llegado.

Mientras que los conductores se enfrentan a este peligro en su traslado, el televidente se encuentra inmerso en su propia batalla para encontrar una programación adecuada desde las 18:00. Y es que la señal de televisión para Guayaquil ofrece una variada pero mediocre parrilla de entretenimiento para finalizar la tarde.

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Sintonizando mareas de estática llegamos al estrado de ‘Caso cerrado’, en RTS. Esta producción de la cadena de televisión Telemundo tiene a la doctora Ana María Polo como principal atractivo de un circo rodante, donde varios personajes entran y salen buscando justicia en un set de grabación. Si bien funciona como guilty pleasure, el programa pertenece a secciones deslucidas de la oferta televisiva.

Pasadas las 18:15, entra en escena ‘Humor amarillo’, un enlatado japonés que dobla al castellano la narración de las acciones de un programa concurso del país asiático donde los concursantes se convierten en la burla del televidente al arriesgar su integridad física en varios concursos de resistencia, rapidez y destreza.

Para entonces el cielo se va oscureciendo y el burro comienza con su magia. En Gamatv las telenovelas retroceden en el tiempo para ofrecernos ‘Dos hogares’, una entrega mexicana protagonizada por Anahí, exintegrante del grupo musical RBD. Aquí vemos un enjambre de mujeres sobremaquilladas, apasionadas y emocionalmente delicadas, capaces de soltar lágrimas mientras nombran a su príncipe azul.

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Seguimos subiendo de canales, aunque en realidad estamos bajando hacia la oscuridad, la cual se apodera del camino transitado con ‘Mi recinto’. Las repeticiones sin fin de esta comedia se adueñan de la señal de TC Mi Canal justo antes del inicio de ‘El Noticiero’, imponiendo su importancia dentro de la parrilla del medio televisivo y su extendida victoria con los televidentes, sin que esto refleje un referente de calidad.

Terminamos nuestro recorrido en Canal Uno, casi cuando el ocaso conquista el firmamento. ‘Este es el show’ no es más que una réplica de los entretelones de lo que ocurre en el programa argentino ‘Bailando 2012’, mostrando lo mejor de la producción de dicho país en su peor momento creativo, enseñándonos hasta dónde ha llegado la televisión como medio en temas de permisividad y aceptación.

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En esta carretera, algunas luces iluminan el camino hacia Ecuavisa y la inofensiva importación peruana ‘Al fondo hay sitio’, una serie que gana más cuando sus bien logrados guiones no tuercen hacia recovecos telenovelescos, beneficiándose de personajes bien delineados y caracterizados. La programación de las 18:00 es un botadero. Ofertas distendidas, donde prima el humor y el escapismo, fallan en su intento por brindar un contenido que brinde algo destacado al televidente. En la hora del burro nos tratan como tal, como animales que caminan hacia donde está el ruido, sin saber que se dirigen hacia el peligro.

(*) El análisis en cuestión fue realizado con los horarios proporcionados por los canales de televisión en su señal para Guayaquil y regiones de la Costa ecuatoriana.