El presidente Rafael Correa no abordó durante su enlace de ayer el tema de Vialmesa S.A., que ha acaparado los contratos de transporte pesado de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) desde el 2010.

Una investigación de este Diario, publicada el lunes, reveló que esa compañía ha obtenido ocho contratos por $ 3,3 millones, pese a que incumplió con requisitos en seis concursos y subcontrató más de los que la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Compras Públicas lo permite en cuatro ocasiones.

Tras la publicación, el gerente de Vialmesa, Luis Villavicencio Segovia, dijo que José Alvarado Echeverría, hijo del secretario nacional de Comunicación, Fernando Alvarado Espinel, asesoró a la compañía para su conformación; y que Camilo Jalca Villegas (chofer personal de Alvarado Echeverría que fue socio fundador de ese empresa) prestó el nombre a Pedro Mendoza Fernández, quien no podía aparecer como accionista porque constaba en la Central de Riesgo por deudas.

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Ayer Correa criticó a varios medios, periodistas y articulistas por notas publicadas en la última semana. No nombró esa investigación. El martes dijo: “Que revise lo que le dé la gana Contraloría... Ya sabrán los aludidos defenderse, pero no voy a legitimar a un diario como EL UNIVERSO”.

Durante su enlace expuso las conclusiones a las que llegó su movimiento en un taller político realizado el lunes. Dijo que hablaron del esfuerzo de un sector de la oposición que busca un candidato único para las elecciones presidenciales. “Hay algunos traidores a la patria, otros prófugos de la justicia, oposición de derecha que se está reuniendo con el (ex) presidente (Álvaro) Uribe en Colombia... financiados por grupos internacionales de derecha igual que lo hicieron en Venezuela para pagar, pasar plata para que no se lancen candidatos de la oposición, se lancen a la Asamblea y saquen un solo candidato... como hicieron en Venezuela contra Chávez. Vamos a ver si acá lo logran. Creo que va a ser difícil, aunque si cotizan bastante, puede ser que compren algunos (candidatos)”.

Al final, dejó entrever que su discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) girará alrededor de su críticas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Decidimos participar en la Asamblea de la OEA para poner en su sitio a cierta burocracia internacional que se cree por encima de nuestros estados. No entienden... que nuestro pueblo no permitirá lo que ya vivimos con el Fondo Monetario, Banco Mundial, ahora en nombre de los derechos humanos”.