El presidente Rafael Correa remarcó que la disposición que dio a las Fuerzas Armadas para que intervinieran más en cuestiones de seguridad ciudadana, no fue una solicitud a mano de favor, sino una orden. Y recalcó que lo hizo, pues es la máxima autoridad de esa institución y el jefe de Estado.
En su enlace sabatino, el mandatario reiteró ayer que las Fuerzas Armadas deben intensificar ciertas tareas que permitirán combatir la delincuencia e ilícitos y que esto no se contrapone con el rol que les asigna la Constitución como se cuestiona.
Leyó el artículo 158 de la Carta Política que habla sobre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y puntualizó que si bien la misión fundamental de las primeras es “la defensa de la soberanía y la integridad territorial”, el inciso tercero de dicho apartado establece que: “La protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones privativas del Estado y responsabilidad de la Policía Nacional”.
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Por ende, Correa aseveró que las Fuerzas Armadas sí pueden actuar en pos de la seguridad ciudadana y que deberán hacerlo con acciones como intensificación del control de armas –porque manejan un registro de estas– y mejoría de la seguridad en el mar –porque el Gobierno dotó con lanchas nuevas a la Marina–, según refirió a modo de ejemplo.
“Las Fuerzas Armadas pueden intervenir y deben intervenir”, declaró.