El Gobierno está a la espera de que la Universidad de Guayaquil acepte o niegue su petición de empezar a administrar el Hospital Universitario, que fue inaugurado en el 2005 para facilitar las actividades de docencia e investigación, y aportar en la formación de médicos que estudian en esta institución.

En el enlace sabatino pasado, el presidente de la República, Rafael Correa, informó que la propuesta consiste en que el Ministerio de Salud Pública (MSP) invierta en el equipamiento e infraestructura. De las 120 camas que hay en el hospital, dijo, pasará a tener 400, que es el total de su capacidad.

Con esta “potenciación” que se quiere hacer, la administración pasará a manos del Gobierno. Actualmente este centro se autofinancia a través de los pagos que hacen los usuarios en las consultas externas, hospitalización y emergencia.

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Es así que Correa aseguró que en manos del MSP toda la atención será gratuita. Así, en lugar de construir un hospital para atender a los habitantes del norte de la ciudad se invertirá en mejorar este, ubicado en el km 23 de la vía Perimetral.

“Y la Universidad de Guayaquil maneja toda la parte docente y sus chicos van a hacer las prácticas, entonces tienen todos los beneficios del Hospital Universitario sin tener los costos”, dijo el mandatario, quien destacó que se firmarían todos los convenios necesarios con la universidad para la docencia. “Es ganar o ganar, ojalá acepten y no haya egoísmos institucionales, rencillas políticas, pensemos en el bien común de Guayaquil, acepten la propuesta y podremos tener pronto un hospital de 400 camas en el norte. Es una solución a corto plazo para los grandes problemas de salud en el norte”.

Derivación de pacientes

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Al Hospital Universitario llegarán los pacientes que no puedan ser atendidos en los centros del MSP, en el caso de que estén abarrotados. Cuando los hospitales públicos de la provincia superen su capacidad, los pacientes recibirán atención gratuita en esta casa de salud, según lo establece un convenio de cooperación, suscrito el 4 de abril pasado por la ministra de Salud, Carina Vance, y la U.