La denominada Marcha por la vida, el agua y la dignidad que partió el pasado 8 de marzo desde Zamora Chinchipe, llegó ayer a la provincia de Chimborazo, en medio de acusaciones del Gobierno de que el licor sigue siendo parte de las movilizaciones indígenas.

El diario oficialista El Ciudadano publicó el martes que 520 años después de la época colonial el alcohol continuaba siendo el “motor para los indígenas que se dicen de oposición”.

Esto, a propósito del gesto que tuvo el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, hacia su homólogo de Zamora Chinchipe y cabeza de la movilización, Salvador Quishpe, cuando llegó a Cuenca: le entregó una porción de mote y una botella con licor como símbolo de la fuerza que espera le dé a los marchantes.

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El artículo reseña que esta práctica era común en la colonia, cuando el trabajo de los indígenas en los campos era pagado con alcohol. “Hoy, 520 años después, el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, sigue usando este medio como la estrategia para mantener unidos a los que dicen ser de oposición”, dice la publicación.

Quishpe prefirió no dar mayor importancia a estos comentarios, pues los considera parte de la campaña para desprestigiar a la protesta. “Son comentarios de tipo racista que reflejan la verdadera visión que tiene el Gobierno de los indígenas”.

Delfín Tenesaca, presidente de la Ecuarunari, pidió al régimen demostrar que en la movilización había gente borracha. “Esta es una marcha de paz, no manejamos licor, drogas ni narcovalijas, ni siquiera cigarrillos porque los runas no fumamos”.

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El martes, los marchistas llegaron pasadas las 18:00 al cantón Cañar, en Azuay, donde fueron recibidos por cientos de personas que se unieron a ellos y caminaron por las calles de la ciudad. Al igual que en otros lugares, los partidarios del régimen rechazaron su presencia pero no hubo incidentes.

Luego los principales dirigentes indígenas se sometieron a un ritual que, según Mercedes Chuma, encargada de la limpia, servirá para dar fuerza a los caminantes.

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Esa noche pernoctaron en la casa comunal de la Unión de Pueblos Comunas Campesinas Cañaris (UPCCC).

Ayer, en cambio, dieron a conocer un manifiesto con 19 puntos que será entregado al presidente Rafael Correa. En el documento, las organizaciones sociales exigen al régimen el respeto a la Constitución, la aprobación de una ley de aguas para el buen vivir, la no firma de acuerdos de libre comercio y la suspensión de las negociaciones con la Unión Europea, entre otras solicitudes.

Este mandato, como fue calificado, fue enviado a Quito con cuatro miembros de comunidades indígenas, a quienes denominan los Chasquis y esperan tener una respuesta positiva por parte del oficialismo.

De otra parte, Tenesaca rechazó los pronunciamientos de algunos actores políticos que participaron al inicio de la marcha y quienes, según los indígenas, ya estarán anunciando candidaturas para las elecciones del 2013 y usando como plataforma esta jornada que espera llegar a Quito el próximo 22 de marzo.

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Además, el prefecto Quishpe divulgó ayer un audio en el que se escucha, según él, a la secretaria de Pueblos, Rosa Mireya Cárdenas, en una entrevista. En esta, ella señalaría que podría pedirse la aplicación de algún tipo de impuesto a quienes tienen más de 40 cabezas de ganado en el país.

El funcionario amazónico afirmó que justamente por esto es que el Gobierno busca introducir el areteo al ganado en las comunidades indígenas y que “si hoy hablan de 40 cabezas de ganado poco a poco irán bajando el número y cobrando esos impuestos a los pobres”.

Textuales: Lo que se comentó
Delfín Tenesaca
presidente de Ecuarunari
“A la ciudadanía queremos pedirle que solo crea en la vocería de la movilización y no en lo que se habla”.

Salvador Quishpe
PREFECTO DE ZAMORA
“A cambio de dinero, el régimen chantajea a las juntas parroquiales para que pongan buses con gente el día 22”.