QUITO
.- Varios meses de seguimientos policiales a dos supuestas bandas organizadas que operan en la capital terminaron ayer con la detención de 26 personas, la incautación de 8 automotores y el decomiso de un número aún no determinado de electrodomésticos, piezas de arte, documentos, joyas, entre otros.

La operación, denominada Avalancha, en la que participaron uniformados de unidades élite de la Policía, se inició a las 02:00 de ayer y concluyó cerca de las 08:00. Según la planificación, 36 sitios debían ser allanados en tres sectores del centro de Quito: El Panecillo, La Colmena y La Libertad. La consigna, comentó un agente, era ingresar en casas, talleres, departamentos y terrenos en los que la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial de Pichincha determinó algún nexo con el cometimiento de ilícitos.

Los altos índices que se registraron en el 2011 en cuanto a robo de domicilios y automotores motivaron los seguimientos a dos bandas, denominadas Marialuisas y los Mamaluchas.

Publicidad

Los allanamientos se organizaron de forma paralela para evitar la fuga de información. Para romper las puertas de ingreso en las viviendas identificadas los uniformados se valieron de mazos metálicos y explosivos de baja intensidad.

No existe aún una lista oficial de lo incautado, aunque extraoficialmente se conoció que se trataría de documentación que revelarían negocios ilícitos como el chulco, la acumulación de joyas robadas y electrodomésticos, fruto de asaltos en casas a lo largo de toda la capital.

"Entre lo incautado hay marcas y modelos de autos que presumimos participaron en el cometimiento de delitos. Esto se debe investigar", apuntó un miembro de la Policía.

Publicidad

Detenidos y evidencias fueron trasladados hasta la base del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), en Pusuquí. Hasta ese sitio llegaron desde muy temprano familiares de los apresados, quienes denunciaron abuso policial, no solo por el uso de explosivos para entrar a las casas sino porque habrían destrozado paredes, y también se habrían llevado mercadería de sus negocios y enseres personales (televisores, computadoras, celulares, etcétera).

"En la casa había niños durmiendo, ancianos y enfermos, pero no les importó a los policías que hasta con caballos entraron en las casas", dijo Miriam Mármol, quien estuvo entre los 26 apresados, pero fue liberada por estar embarazada.

Publicidad

Gabriela Guerrero, familiar de cinco detenidos, no negó que entre ellos existan personas que tuvieron problemas legales, pero niega que ameriten tal operativo. Al cierre de esta edición, los sospechosos permanecían en la sede del GIR custodiados por más de 40 agentes élite.