Desde Montevideo en Uruguay, el presidente Rafael Correa acusó ayer a la “prensa mafiosa” de “inducir en parte” a la revuelta policial y militar del 30 de septiembre del 2010, día en el que, según él, se fraguó un golpe de Estado y magnicidio.

El mandatario arribó ayer hasta la capital uruguaya para participar de la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Ayer, a su llegada a Montevideo, atendió una entrevista con medios locales en donde aseguró que su mayor opositor es la “prensa corrupta”, caracterizada por ser la expresión de los grupos de derecha que como no pueden vencerlo en las urnas, (los medios) han iniciado una campaña de destrucción de la reputación de su Gobierno y de él, como presidente.

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“Todo está extremadamente claro; lo que pasa es que esta gente quiere tapar el sol con un dedo porque si eso le conviene a sus intereses dice cualquier cosa”, manifestó.

“El 30 de septiembre lo que hubo (fue que), utilizando una revuelta policial inducida en parte por la prensa, (en momentos en) que se estaba discutiendo una nueva Ley de Servicio Público que incluía a los policías, (aprovecharon) para decir que somos orates, malvados”, enfatizó.

Correa se quejó de que la prensa se dedicó a publicar “cosas malas, desinformaron, mintieron y eso exacerbó el ánimo de la fuerza policial, pero era un instrumento porque detrás había grupos políticos que esperaron el resultado de esa revuelta para ver si caía el Gobierno, pero no cayó, se fortaleció. Ahí hubo un intento de desestabilizar, y de matar al presidente”, dijo.

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Sin embargo, aclaró que él no califica a la prensa de “bestias salvajes” y que fue Tony Blair, quien utilizaba esa frase.

El presidente resaltó que la adhesión de Ecuador al Mercosur sería un buen paso para el desarrollo interno y, sobre todo, porque la visión de ese organismo está acorde con la política comercial ecuatoriana.

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Enfatizó que la diplomacia entre Ecuador y Colombia está en su mejor momento tras la visita a Quito del presidente Juan Manuel Santos, como parte de la normalización de relaciones tras el bombardeo a Angostura (frontera con Ecuador) en marzo del 2008 que provocó tensión en ambos países.

“No podremos cambiar el pasado; es claro lo que sucedió; y puede haber diferencias entre los gobiernos pero jamás se podrá dividir a nuestros pueblos”, dijo y resaltó que desde que Santos es presidente, existe un restablecimiento pleno de las relaciones.

Mientras, ayer el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, respondió a Correa sobre el reto de someterse al polígrafo o detector de mentiras para develar cómo ocurrieron los sucesos de marzo del 2008.

“Presidente Correa, ¿hizo ya el polígrafo con sus elogios a los terroristas?”, ironizó Uribe a través de su cuenta de Twitter @AlvaroUribeVel, respondiendo a Correa, quien se refirió a este tema el pasado lunes, durante una rueda de prensa conjunta con Santos.

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Más datos: Entrevistas
Declaración
En la entrevista Rafael Correa reconoció que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son un problema para los países vecinos y para el Ecuador; país que enfrenta a la guerrilla destinando $ 120 millones y movilizando a 10 mil hombres.