Alegría, fervor y promesas que se hacen por alguna ‘bendición’ recibida, son las características que se observan entre quienes participan de las novenas y posadas navideñas.

Julia Quiroz, quien vive en 12 y la C, recibe posadas en su casa por segundo año consecutivo.

“Abrirles las puertas para mí es una emoción, porque veo el entusiasmo de los niñitos”, comentó, minutos antes de que empiecen a rezar el rosario.

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Las posadas navideñas se desarrollan en la ciudad desde hace varias décadas. La canción de la autoría del padre Hugo Vásquez y Almazán: Nos ha nacido un niño, se convierte en la más entonada en esta época.

Elisa Muñoz, catequista de la iglesia Cristo del Consuelo, señaló que cada año se suman más pequeños en la actividad, en la que ella participa desde hace unos 30 años.

“Es muy bonito recordar el tránsito de la familia de Nazaret de Galilea hacia Belén”, dijo.

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Los fieles que asisten al Santuario Nuestra Señora de la Alborada también participan en las posadas. Ellos cantan villancicos con el acompañamiento de la guitarra y hasta el 22 de este mes visitarán diferentes sectores del norte de la urbe.

Las novenas que se realizan en las diferentes iglesias de la Arquidiócesis de Guayaquil también tienen acogida, sobre todo entre los adultos.

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El pasado viernes, Ana Montalvo, visitó El Sagrario para participar en la novena que se reza desde las 18:00.

La mujer de 32 años, refirió que rezar es una de las actividades que más practica en este tiempo de Adviento.

“Rezo para agradecer a Dios las cosas buenas que me ha dado, y le pido que me siga protegiendo como lo ha hecho hasta ahora”, comentó la mujer, contadora de profesión.

En la iglesia Cristo del Consuelo las novenas se efectúan a las 07:00 y 18:00. El viernes hubo mayor presencia de feligreses en la jornada vespertina. “Este horario es más conveniente para los que trabajamos en relación de dependencia”, refirió Amalia Saltos, quien vive en la ciudadela La Guangala.

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