¿Qué agrupaciones científicas existen en Ecuador? ¿Cuántas y cuáles son? ¿Y dónde funcionan? El Gobierno nacional, las universidades y otras instituciones, en buena hora se muestran interesadas en impulsar el desarrollo científico y tecnológico del país. Importa, por tanto, saber qué tenemos en marcha en ciencia y tecnología. Además, resulta crucial que Gobierno, entidades e instituciones prioricen la tarea de determinar cuáles son las necesidades del país en los campos científicos y tecnológicos y coordinen las investigaciones, sobre todo aquellas que se proyecta emprender o de lo contrario es posible que incurra en duplicación de esfuerzos y dilapidación de tiempo y recursos.

Dos clases de agrupaciones científicas existen en Ecuador. Aquellas vinculadas a universidades, centros educativos, empresas del Estado, hospitales y asociaciones colegiadas y aquellas que son sociedades independientes. Sobre las primeras, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, Senescyt, cuenta en su página web, en el apartado Centros de Investigación (por universidades) con 64 entradas, cada una con la referencia del responsable y su correo electrónico. El total de Centros investigativos que se registra es de 125. Dada la época en que vivimos, no es de extrañar que sean las actividades tecnológicas las que tienen el mayor número de centros investigativos (38). En el campo de la medicina y de la salud aparecen 18 centros en la página de marras. Resulta evidente que la mayor parte de las investigaciones que se realizan en el país están a cargo de las politécnicas y universidades.

Sobre las otras agrupaciones científicas independientes, una breve búsqueda en internet, muestra páginas como www.ceids.org, con un listado de 37 sociedades en el campo de la medicina, que van desde Anestesiología hasta Pediatría. En otra página web aparece la Sociedad Ecuatoriana de Ciencias Físicas, con un portal bien actualizado y en pleno funcionamiento. En la práctica, existen muchas otras sociedades, sobre las cuales es difícil saber si siguen funcionando. Por muchas razones y especialmente porque las sociedades independientes no han contado con el apoyo indispensable (ya sea del sector público, y sobre todo del privado como en los países desarrollados), en Ecuador tales sociedades han nacido, subsistido por unos meses o pocos años y luego han desaparecido. Algunas han llegado a publicar una revista con los trabajos investigativos de sus miembros. Pero el cementerio de revistas científicas está lleno de aquellas que aparecieron una o dos veces y luego murieron. Poquísimas han alcanzado reconocimiento internacional.

En su página web, la Senescyt pudiera actualizar el registro de las agrupaciones científicas, incluyendo las sociedades independientes. Para ello, por supuesto, habrían de establecerse las condiciones que estas deberían cumplir para ser consideradas como científicas. Entre tales condiciones constaría, de forma inapelable, el informar anualmente sobre las actividades cumplidas. Valga mencionar otro grupo de sociedades: las Academias de la Lengua, de Historia y de Medicina, cuyos miembros son elegidos entre quienes han aportado con investigaciones y publicaciones de mérito en el ámbito correspondiente.