“Uno no tiene para pagar $ 5 porque somos padres de escasos recursos y por eso escogemos un plantel fiscal”. “Imagínese si a veces los pequeños se hacen bromas y les arrancan una página sin querer y debemos de pagar”. “Hay familias que comen con $ 2 diarios y tratan de salir adelante, mucho menos van a tener $ 5”.

Las quejas son de padres y madres de familia de varias escuelas fiscales que no están de acuerdo con la responsabilidad económica que han asumido este año en caso de pérdida o daño de textos que son entregados como préstamo.

El Ministerio de Educación, como apoyo a la implementación del currículo nacional (que se menciona en la Ley Orgánica de Educación Intercultural, LOEI), entrega libros y cuadernos de trabajo a los estudiantes de escuelas públicas hasta el décimo año básico y guías didácticas para los docentes.

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En el presente año lectivo, además de la entrega de este material, también distribuyó libros de pasta dura a los alumnos de cuarto, quinto, sexto y séptimo año de educación básica de la zona urbana, en calidad de préstamo.

Para su uso, según el instructivo, el padre de familia debe firmar un acta de entrega recepción en la que se compromete a pagar $ 5 en caso de cada texto no devuelto, que incluye el costo del libro más gastos administrativos y de distribución. Y en caso de daño parcial, el representante asumirá el gasto por reparación que determine el centro escolar.

En la escuela fiscal Pedro Posligua, aunque no todos los padres estuvieron de acuerdo sí cumplieron con la firma –según el instructivo– del acta de entrega recepción y el registro de los datos del estudiante y su representante en la ficha que está en la parte posterior de cada pasta.

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“Yo no estoy de acuerdo, en mi caso soy madre y padre para mi hijo y a mí me cuesta su educación”, dice inconforme Narcisa Vargas, madre de familia.

Los reclamos se dan porque además de pagar los $ 5 si se pierde el libro, antes de culminar el año escolar, deberán descargar el texto del sitio web del Ministerio de Educación.

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Son dos libros de tapa dura. Uno contiene Matemáticas y Lengua y Literatura; y, el otro, Estudios Sociales y Ciencias Naturales.

Imprimir estos textos representa un gasto adicional para los padres de familia, que deberán pagar conforme el número de páginas y si desean a colores o en blanco y negro. En algunos cibers el valor varía, por ejemplo, si son más de 50 hojas puede costar $ 0,05 en blanco y negro y $ 0,40 si es color.

Es decir que el representante deberá desembolsar un promedio de $ 35 (70 páginas) a $ 68 (136 páginas) si desea a color o pagar entre $ 3,50 a $ 7,70 si es b/n. A este valor debe sumar el anillado, que en el mercado local lo ofrecen en $ 2 y $ 2,50 si es por mayor, o si desea empastarlo como libro el precio bordea los $ 8.

Norma Antón, directora de la escuela fiscal Francisco de Orellana, dijo que el supervisor de la zona le indicó “ que los libros no pueden salir del local”. La misma respuesta la dieron directores de otras escuelas porque indicaron que el texto “es un bien del Estado”.

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La maestra Ángela Rodríguez dice que sí es necesario que el niño trabaje en casa, para que puedan realizar la tarea asignada. “Lo pueden llevar con las debidas recomendaciones”.

Algunos padres de familia dicen que el texto de pasta dura es necesario tenerlo como apoyo en las tareas escolares para poder realizar alguna consulta, por lo que han optado por prestarlo para sacar copias y evitar que el texto original sufra daño. Otros padres lo ven necesario, pero deciden no llevarlo para evitar pagar valores adicionales en caso de deterioro.

El Municipio de Guayaquil entregó del 2005 al 2008 textos escolares gratuitamente en las escuelas fiscales. A partir del 2009, el Ministerio de Educación asumió la distribución.

Cifra: Escolar
2’176.183
Niños. Es el número de textos que entregó el Municipio sin costo en las escuelas fiscales desde el 2005 hasta el 2008.