En octubre de 1968, cuando murió Nicasio Safadi Reves, los conocedores de nuestra música dijeron que el Ecuador perdía a uno de sus más prolíficos compositores. Esta justiciera apreciación sobre la obra artística del personaje libanés, quien a los cinco años de edad llegó a tierra guayaquileña e hizo suyo el amor por el pentagrama nacional, quedó ratificada a través de los años y ahora se torna irrefutable, pues sus hijos y nietos dan a conocer otra importante cantidad de temas realizados por él y que permanecían sin difusión pero a buen recaudo entre los recuerdos familiares.

Diodora Cristina Safadi de Diab, junto con sus hijos, Pilar y Xavier Diab Safadi, lideran el grupo de descendientes del maestro Safadi, que están deseosos de que se conozca el contenido de tal novedad, llamada a enriquecer aún más el tesoro musical ecuatoriano y a ayudar a los intérpretes a ofrecer nuevos temas en sus actuaciones.

Para materializar este propósito, por el momento se encuentran en la tarea de revisar, cotejar originales y apuntes e inventariar las partituras que tienen en su poder. Igualmente, proyectan para los próximos meses la pronta grabación de un disco compacto con los recientes títulos hallados.

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Pasillos, pasacalles, boleros, pasodobles, corridos, valses criollos, jotas, cuecas, himnos de planteles educativos y de instituciones obreras y sociales, etcétera, aparecen entre las composiciones inéditas del famoso Turco, quien en junio de 1930 en compañía de Enrique Ibáñez Mora, el Pollo, viajó a los Estados Unidos para realizar grabaciones de música ecuatoriana. El dúo Ibáñez-Safadi o Ecuador, como lo bautizara el visionario empresario José Domingo Feraud Guzmán, hizo época. Triunfó rotundamente y abrió caminos para una mayor acogida del pasillo y otros ritmos que prevalecían en esa época.

Entre los escritores y autores nacionales y extranjeros de letras cuyos temas fueron musicalizados por Safadi Reves, pero sin difusión, constan: Rosario Sansores, Julio Flórez, Víctor Manuel Rendón, Medardo Ángel Silva, José María Egas, Eleodoro Avilés Minuche, Efraín Pérez Castro, Lauro Dávila y Emiliano Ortega Espinosa. Asimismo, María Leonor Madinyá, Henry Kronkle Salomón, Elías Cedeño Jerves, Ovidio Fernández Ríos, Daniel Álvarez, Ignacio Roca, Leovigildo Loayza, Carlos Alberto Flores, Ricardo Montalvo Ochoa y Jerónimo Orión Llaguno.

El proyecto para hacer realidad las composiciones todavía desconocidas de Nicasio Safadi, quien alcanzó celebridad con incontables pasillos como Guayaquil de mis amores, Invernal, Romance criollo de la niña guayaquileña, El montubio, Limosna de amor, Pensamiento y decenas de canciones más, servirá para incremento del tesoro musical de la patria y confirmará el prestigio de nuestros compositores, de entre los que ocupa un lugar especial el célebre ejecutante que igualmente formó grupos y orquestas que actuaron en esta metrópoli.

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Diodora Cristina Safadi Vásconez de Diab, quien con su hermana Irlanda Magdalena son las hijas sobrevivientes de Nicasio Safadi, aprovechó para evocar pasajes de niñez y juventud vividos intensamente bajo la mirada de su progenitor, al que calificó de muy tierno, alegre, trabajador, entregado a la música, pero bastante celoso con quienes se acercaban a sus hijas.

Pilar y Xavier Diab, sus nietos, quienes se regocijan al evocar la trayectoria de su abuelo y mantienen vivos en la memoria los días en que llegaba a visitarlos, coinciden en afirmar que él jamás perdió la humildad y siempre mostró ser un amigo incondicional. Esperan el apoyo necesario para que la rica herencia de su música no desaparezca y continúe vigente.

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Nicasio Safadi
De cinco años llegó a Guayaquil y muy joven se dedicó a la música como intérprete y compositor.

Con Enrique Ibáñez Mora formó el legendario dúo Ecuador.

Compuso el pasillo Guayaquil de mis amores, con letra del poeta orense Lauro Dávila Echeverría.

El popular pasillo Invernal es otra de sus emblemáticas composiciones.

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