A las 09:00 de ayer, la colombiana Natalia Emme Bedoya, de 26 años, murió atropellada por un auto Grand Vitara SZ blanco sin placas que circulaba por la vía exclusiva del Metrobús, sentido norte-sur, a la altura de la av. América, entre las calles García de León y Juan de Ozozaya, en el norte de la capital.

Según el cubano Alain Reyes Martínez, uno de los cinco testigos que rindieron su versión en la Unidad de Tránsito de la calle Cordero, el automotor que arrolló a la joven era manejado por una mujer que tras el impacto fue subida en un Grand Vitara verde de placa PWA-855 con vidrios polarizados de la Policía, el cual la escoltaba.

Esteban Sáenz, otro morador del sector, dijo que la mujer también fue cambiada de ropa por los guardaespaldas.

Publicidad

Tras el accidente, decenas de vecinos trataron de impedir que los vehículos sean retirados. Unos 100 policías del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), el Grupo de Operaciones Móviles (GOM) y de tránsito rodearon el área para evitar que el populacho agreda  con botellas y piedras a la presunta autora de la muerte.

Cuando empezó a circular el rumor de que la conductora era Aliz Borja Cabrera, esposa del fiscal general Washington Pesántez, la gente exigió que se muestre a los detenidos.

“El carro que atropelló a mi hija iba manejado por ella (Aliz Borja) a alta velocidad. Ahora el chofer del otro vehículo dice que él asume la responsabilidad”, dijo indignada María Elena Bedoya, madre de Natalia.

Publicidad

Reyes, tras rendir su versión frente a una gran cantidad de agentes fiscales, ratificó que la mujer que se bajó del auto y que embistió a Natalia estaba detenida en el sitio donde declaró.

A través de un boletín, Pesántez lamentó el accidente “causado por un vehículo de seguridad de la institución en el que se transportaba la esposa del Fiscal General del Estado”.

Publicidad

Anotó que lo conducía el policía Wilson Velasteguí, “cuando la accidentada cruzaba la calle hablando por celular”.