El dirigente indígena dice no sentir nada especial por haberse puesto al frente del presidente Rafael Correa, en la cita del pasado lunes en Carondelet, y haberle reclamado por ciertas actitudes y la falta de atención a su sector. Advierte que el movimiento está analizando y a la expectativa de que los diálogos entre la Conaie y el Gobierno sigan adelante. “El movimiento va a permanecer en alerta máxima... estamos con el ojo puesto”.