Emelec se puso ayer al día en el calendario de fútbol con un triunfo por goleada de 4-0 sobre Espoli, en partido diferido que correspondía a la séptima jornada de la segunda fase.

Aunque el partido se presentaba como una simple programación pendiente, Emelec afrontó la obligación de no dejar ceder más puntos y más: ponerse a ritmo con goles previo al Clásico del Astillero de este domingo.

La producción ofensiva de los azules comenzó a funcionar desde el primer minuto. El argentino Pablo Pérez se complementó con Joao Rojas por el sector derecho, el costado más incisivo del local.

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La táctica dio su primer resultado a los 8 minutos. El delantero Hernán Peirone robó un balón a la zona de contención de los policiales, se lo proyectó a Rojas, quien enfrentó al golero Héctor Carabalí, lo burló y llegó al pie del arco totalmente descubierto para definir el 1-0.

Emelec consolidó su ataque en la segunda parte a través del gaucho Peirone, quien aprovechó los descuidos de la zaga policial, zona que el DT Roberto Abrussezze intentó reparar con el ingreso de Alcides Rodas por el juvenil Deison Méndez.

Pero fue peor para Espoli. Peirone marcó a los 55m tras superar a la defensa y rematar un tiro cruzado que rodó entre las manos de Carabalí.

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A pocos segundos de acomodarse la camiseta (se la sacó para festejar), Peirone volvió a marcar. En un centro que no pudo ser despejado por Miguel Ibarra e impactó en el horizontal, el argentino la cabeceó y la embocó en la portería rival.

Antes del final, Emelec completó la goleada con un tanto inusual: Pérez remató casi de mediacancha y sorprendió a Carabalí, cuyos manotazos fueron tardíos para evitar el tiro que terminó en sus redes.

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Sobre el final, el zaguero Marcelo Fleitas sufrió una lesión en el tobillo derecho y fue trasladado a una clínica.

Copa Sudamericana
Botafogo, que ganó anoche 3-2 al Atlético Paranaense, será el rival de Emelec el 30 de septiembre, en Brasil.