El presidente Rafael Correa dijo este sábado que aprobó un mecanismo para obligar a los bancos privados a repatriar parte de sus activos depositados en el exterior, como parte de las acciones emprendidas por el Gobierno para reactivar la economía local.

El directorio del Banco Central del país resolvió imponer un "coeficiente de liquidez doméstico" a los bancos, lo que implica que las entidades financieras privadas deben tener el 45% de sus activos depositados o invertidos en el país.

"Esto significa que se les acabó la fiesta a ciertos banqueros (...) Los banqueros tendrán que repatriar gran cantidad del dinero ecuatoriano que tienen afuera", dijo Correa en su informe semanal difundido por radio y televisión.

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Correa aseguró que con la reforma se obligará a los bancos a repatriar unos $ 1.200 millones, que servirán para colocar crédito.

El Gobierno ha señalado que el sistema bancario ecuatoriano tenía unos 4.000 millones de dólares fuera del país, pese a los problemas de liquidez que presentaba la economía local como efectos de la crisis global y la caída del precio del barril de crudo.

"Son siempre muy cómodos, pasivos. Están acostumbrados al facilismo", agregó Correa al cuestionar la versión del sector bancario que las inversiones en el extranjero son más rentables que las realizadas en territorio ecuatoriano.

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Correa dijo además que prepara una reforma legal para desarrollar el mercado de valores en el país, con el fin de fomentar la inversión privada y pública.

La disposición presidencial también dispone que las entidades públicas realicen sus inversiones en el país, especialmente los recursos que integran la Reserva de Libre Disponibilidad y que ascienden a unos 2.912 millones de dólares.