Como respuesta a la convocatoria efectuada para hoy por el Ejecutivo, que busca ratificar el proceso de evaluación al magisterio, la Unión Nacional de Educadores (UNE) decidió realizar su propia movilización.

Tras descalificar cifras oficiales que aluden al 68% de profesores evaluados en la ciudad durante las primeras jornadas, el gremio de los maestros anunció que efectuará una marcha en Guayaquil, el 11 de junio.

William Pazmiño, presidente de la UNE-Guayas, indicó que la marcha “reivindicará la educación y el rol del docente” luego de que el régimen  intentó, según él, sin éxito llevar al sector a un proceso de evaluación sancionador.

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Según las cifras del sindicato del magisterio, el 70% de 2.400 maestros ha desistido someterse a la primera fase del diagnóstico que empezó en el Litoral el lunes pasado y que intenta cubrir al 25% de la plantilla de educadores fiscales.

“El Presidente y el Ministro de Educación deben aterrizar en la realidad. El magisterio no ha acudido a esta prueba. Y aunque existan interesados en ocupar puestos  no van a tener 100 mil maestros disponibles para reemplazar a los que no se van a presentar a las pruebas”, afirmó Pazmiño.

Luego de recorrer escuelas estatales que no acogieron ayer las pruebas, la militancia de la UNE criticó también la marcha del Gobierno y apuntó que en esta intervendrán personas afines al movimiento oficialista PAIS, que tratan de ocupar cargos en entidades públicas.

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Mónica Franco, subsecretaria de Educación, aseveró que “no se trata de una movilización o de una concentración política. Se trata de decirle al país basta ya. Queremos una educación de calidad”.

Amparados en datos de padres de familia, la dirigencia de la UNE denunció que se “presume que están ofreciendo 20 dólares por cada persona que participa” en la convocatoria del Gobierno programada para la tarde de hoy.

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En tanto que ayer, en el segundo día de evaluaciones en Guayaquil, la división del magisterio frente al proceso continuó. Mientras unas instituciones decidieron dar la prueba, otras se resistieron, pese a que los aplicadores de la Universidad de Guayaquil acudieron a los establecimientos.

Nelly Vera, directora de la escuela José Baquerizo, ubicada en José Mascote y Esmeraldas, sostuvo  que el personal de ese centro educativo –que tiene en promedio más de 30 años de servicio– se presentó voluntariamente. Sin embargo, esperan que “los resultados reflejen transparencia y la calificación se canalice bien”.

Una situación diferente se reflejó en la escuela Humberto Salvador, en el suburbio de Guayaquil. Allí los docentes se sumaron  al derecho a la resistencia y no efectuaron la evaluación. Ricardo Aguirre, directivo del plantel, rechazó el proceso, pese a la advertencia que hizo el Mandatario de separar a los educadores  que no cumplan las pruebas.

En las afueras de esa unidad educativa un grupo de padres de familia respaldó la posición de los maestros. Ruth Suárez, quien se encontraba en la escuela, adujo que “no era justo el trato que se está dando a los profesores”.

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La jornada de evaluaciones continúa hoy en otros planteles de Guayaquil. En la escuela Raúl Clemente Huerta, en el barrio Garay, los profesores decidieron de forma anticipada acoger la prueba. “Estamos decididos a la evaluación”, aseveró Gloria Pozo, directora.

Apuntes: Reacción
Cambio
El vicepresidente de la República, Lenin Moreno, expresó que se debe hacer conciencia sobre un cambio de la dirigencia en el magisterio y en la necesidad de elevar la calidad de la educación en el país. 

Unidad
“Creo que frente a este tema, como pocos temas, hay una unidad nacional tremenda de respaldo a esta decisión del Gobierno de avanzar en una transformación de la educación del país...”, dijo Gustavo Jalkh, ministro de Gobierno.