Una intensa lluvia de nueve horas anegó la ciudad. La Empresa Cantonal de Alcantarillado y Agua Potable (Ecapag) dijo que la marea alta en el río Guayas y el estero Salado originó que el sistema pluvial colapsara. Hubo también acumulación de basura en las alcantarillas.

El amanecer fue tenso para miles de habitantes de Guayaquil y sus zonas periféricas, que  veían ayer cómo el agua de una intensa lluvia se acumulaba rápidamente en las calles y amenazaba con entrar a las casas.

De hecho, en sectores como Las Orquídeas e isla Trinitaria, el daño de los enseres no pudo ser evitado porque el agua subió hasta un metro, dada la intensidad del que ha sido calificado como el mayor aguacero de la actual temporada invernal. Empezar la jornada de trabajo fue difícil.

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Una intensa lluvia de nueve horas anegó la ciudad. La Empresa Cantonal de Alcantarillado y Agua Potable (Ecapag) dijo que la marea alta en el río Guayas y el estero Salado originó que el sistema pluvial colapse. Hubo también acumulación de basura en las alcantarillas.

Guayaquil sufrió la madrugada y mañana de ayer los estragos de la lluvia más fuerte de esta temporada invernal. De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología  (Inamhi), el nivel máximo de precipitación alcanzó los 90,3 milímetros por metro cuadrado en la estación Ciudadela Universitaria, uno de los lugares donde se mide la cantidad de agua que ha caído.

El colapso del sistema de drenaje por el intenso aguacero de nueve horas de duración causó inundaciones en varios sectores de la urbe, donde el agua superó el medio metro de nivel.

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Marea del río y el estero
La Empresa Cantonal de Alcantarillado y Agua Potable (Ecapag) informó que la marea alta en el río Guayas y el estero Salado originó que el sistema pluvial se inundara. Otro hecho que incidió fue la acumulación de basura en las alcantarillas.

Esta situación causó congestionamiento vehicular en las principales vías y, por ende, considerables retrasos en los ciudadanos que se dirigían a sus lugares de trabajo y estudio.

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El esfuerzo de los vigilantes  por encauzar el tráfico fue insuficiente, ya que decenas de automotores se dañaron y obstaculizaron la circulación.  

Temor en Las Orquídeas
El sector más afectado fue la ciudadela Las Orquídeas (al norte). Los canales pluviales no tuvieron la capacidad suficiente para desfogar las aguas lluvias. La inundación hizo que decenas de familias (mayormente niños, mujeres y personas discapacitadas) quedaran atrapadas en sus casas y que los locales comerciales de las zonas no pudieran abrir. Se estima que los daños materiales son cuantiosos, pues muchos artefactos eléctricos se quemaron.

Un vehículo cayó en una zanjas de tres metros de profundidad por  la nula visibilidad de la calzada. Los tres ocupantes del automotor (entre ellos una niña de 2 años) pudieron salir a tiempo. “Aquí falta señalización vertical que indique dónde termina la calle”, afirmó Ricardo Villacrés, conductor del carro.

Operativos de evacuación
Al sitio llegaron miembros del Cuerpo de Bomberos, de la Policía  y del Cabildo, quienes atendieron la emergencia y con botes evacuaron a unas 30 personas  de sus hogares  por el riesgo que afrontaban.

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“El agua subió inesperadamente”, remarcó Inés Paladines, moradora que logró ser evacuada junto con dos sobrinos. “No sabemos qué espera el Municipio para construir el ducto cajón que tanto le hemos pedido antes de que se produzca una desgracia”, dijo Esteban Mite, otro morador.

Varios afectados fueron albergados en el centro  Zumar, ubicado en la tercera etapa del plan habitacional Mucho Lote (frente al bloque 10 de Bastión Popular)

De acuerdo con reportes de organismos de socorro, también se registraron inundaciones en esa urbanización y en la cooperativa Los Vergeles.

Samanes I, II y VI, afectadas por la lluvia
Las principales calles de la zona se inundaron; el nivel del agua rebasó los 50 centímetros de alto.

Moradores se esforzaban por sacar el agua de sus casas, pero fue una misión  en vano. “Todos los años pasa lo mismo”, dijo Margarita Escobar, mientras hacía malabares para cruzar de una acera a otra.

En la ciudadela Alborada, las calles también se anegaron y causaron molestias en la sexta, décima, duodécima y  decimotercera etapas.

Según las estimaciones del Inamhi,  precipitaciones similares a las de ayer se registrarán en las próximas  48 horas.