La Fiscalía  vinculó a Diego Benítez, ex militante de PAIS, y a dos capitanes de Policía en el caso Huracán de la Frontera.

El ex abogado de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), ex defensor de los hermanos Ostaiza Amay, supuestos narcotraficantes y, ex militante del movimiento PAIS, Diego Benítez Osejo, fue detenido ayer junto al capitán de Policía, Pablo Córdova.

Ellos fueron llamados a declarar a las 08:30 de ayer ante la jueza cuarta de lo Penal del Guayas, Zoila Alvarado, por el caso de narcotráfico denominado Huracán de la Frontera. Pero luego de dos horas de exposición de los abogados defensores de los señalados, la jueza ordenó la prisión preventiva.

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Miembros de la Policía, algunos vestidos de civil dentro de la audiencia, actuaron y llevaron a Benítez y Córdova hacia la Penitenciaría del Litoral y al Cuartel Modelo, respectivamente. Un tercer implicado, el capitán de Policía de la Unidad Antinarcóticos, Carlos Navarro, fue detenido en la tarde.

Caso Chauvín
Los tres fueron involucrados por el fiscal antinarcóticos, Jorge Solórzano, en el caso que salpica también al ex asesor del Ministerio de Coordinación de la Política Interna y Externa, José Ignacio Chauvín, quien según un informe de la Policía Antinarcóticos tiene vinculaciones con la guerrilla colombiana de las FARC, además de nexos con los supuestos narcotraficantes hermanos Ostaiza.

Benítez se declaró inocente y dijo que no tiene nada que ver con el caso Huracán de la Frontera.

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En su última declaración, el 12 de noviembre del 2008, Benítez Osejo dijo que fue requerido por su amigo José Ignacio Chauvín para dar asesoría en temas petroleros a la empresa Jooamy Ema, de propiedad de Jefferson Ostaiza Amay, uno de los principales acusados de liderar una red de narcotráfico.

Abogado Benítez denuncia abuso
“Yo ganaba $ 2.500 y al siguiente mes $ 1.500. Dos meses trabajé en la empresa, eso consta en la Inspectoría de Trabajo. (...) Estuve como asesor, hice reuniones con gente del Foro Petrolero. Cómo se puede permitir que a todos quieran meter en un mismo saco. (...) Es un abuso el pedido de prisión preventiva”, manifestó Benítez ayer cuando era trasladado a la Penitenciaría.

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Él ocupó el cargo de comisario primero de Policía de Pichincha en febrero del 2007 y afirmó que cuando trabajó en la Aldhu lo hizo con el secretario de esa organización, Juan de Dios Parra.

Para el fiscal antinarcóticos Jorge Solórzano, Benítez no pudo comprobar su relación laboral con Jooamy Ema, porque no presentó contratos de trabajo, “viene con tarjetas que no prueban absolutamente nada”.

Investigarán al ex ministro Dávalos
En el testimonio de la instrucción fiscal, Benítez contó que durante su permanencia en Jooamy “asistían muchas personas del foro petrolero (a la empresa). De lo único que recuerdo era un señor de nombre Juan Carlos (Guzmán) de nacionalidad boliviana y el otro, Mauricio Dávalos, quienes querían vender torres petroleras a Jooamy”.

Solórzano comentó que “no tenemos la certeza de que sea el ex ministro (de la política económica del actual Gobierno en el 2007) Dávalos”, pero va a investigar.

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Oficial se defiende
Mientras el capitán Córdova, otro implicado en el caso, manifestó que la prisión es ilegal y que “fui engañado por esta gente (Ostaiza Amay)”.

El capitán de la Policía fue vinculado en el caso luego de la declaración del sargento Eduardo Zambrano, quien aseguró que Córdova lo autorizó para darle seguridad a Jefferson Ostaiza Amay.

De hecho, en el proceso de 58 folios constan fotografías donde se observa a Zambrano custodiando a Jefferson Ostaiza Amay en las afueras de la oficina de Jooamy, ubicada en Amazonas y calle Unión Nacional de Periodistas en Quito.

“Fue a pedir (Jefferson) que le colaboren porque fue objeto de secuestro y dijo que estaba siendo amenazado. Investigamos al señor y no tiene antecedentes. (Eduardo) Zambrano no cobraba, peor yo. Dos o tres veces lo vi al señor y me imputan ilegalmente. Prácticamente fui engañado por esta gente”, dijo Córdova.

Mientras la acusación de Navarro se dio porque en una cuenta bancaria de su padre se encontró un depósito de $ 30 mil que no pudo justificarlo.