Delfín Tenesaca estaba sorprendido el mediodía del martes 13 de enero.
Había convocado a una reunión de dirigentes de comunidades indígenas para debatir la participación en la movilización anunciada por la Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) para el martes 20, en protesta contra la Ley Minera y otras políticas del gobierno de Rafael Correa, y la respuesta superaba sus cálculos de asistencia. “Sinceramente, esperaba tener unas cien personas, pero llegaron delegados de 200 comunidades y de 50 otras organizaciones”, dice Tenesaca, quien preside la Confederación Movimiento Indígena de Chimborazo (Comich).