A pesar de estar lejos de Torreón, donde Christian Benítez hizo historia, su padre Ermen, ex artillero de El Nacional, Barcelona y otros clubes, y sus hermanas Yomaira, Sahira y Samira vibraron durante cada minuto del duelo. Fue como si estuvieran sentados en las gradas del estadio Corona.

Desde que se inició la final, la familia del Chucho recibió aliento de sus amigos. El teléfono celular de la Pantera no dejó de sonar, al igual que los de sus hijas, que también recibían mensajes de texto.

Entre gritos, saltos y risas transcurrieron los 90 minutos. Los lamentos llegaron con las tres ocasiones de que la Panterita no pudo concretar.

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Pero al final todos estallaron de júbilo. “Grande Chucho, eres el mejor”, gritó Yomaira, luego del fuerte abrazo que se dio la familia completa al ver cómo Christian saltaba con sus compañeros, tras ganar la corona azteca.