“Fue el 9 de abril del 2005 cuando me la entregaron en un parque de Ambato. Creo que la niña no era para mí, porque ya tenía los padres elegidos desde el vientre”, cuenta Lucía, a quien una compañera de trabajo le contó que estaban “regalando” a una niña, y quien más tarde la reunió con los padres biológicos de la menor. La decisión, dice Lucía, la tomó sin comentarlo con su esposo.