Sin ser asesor oficial, el economista Pedro Delgado Campaña coordina desde Miami las actuaciones de los vocales de la Junta Bancaria, afines al Gobierno, en temas clave.

Este Diario tuvo acceso a varios correos electrónicos que intercambiaron Delgado y los vocales Luis Maldonado Lince, Robert Andrade y María de Lourdes Andrade, así como Eduardo Valencia (presidente de la CFN) y Cassia Delgado (prima de Rafael Correa y su secretaria particular).

Entre los temas consultados están desde la idoneidad del personal de la Superintendencia de Bancos, hasta los trámites de extradición de los banqueros enjuiciados.

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Este Diario estuvo en contacto a través de correo electrónico con Delgado, pero aún no recibe las respuestas a un cuestionario de preguntas.

El pasado 10 de abril, Robert Andrade, a través de su cuenta en Yahoo, le consultó a Maldonado (que recibe el mensaje en el servidor de Schullo, empresa de su propiedad) y a Pedro Delgado (que utiliza la dirección de Consulmax Consulting Group) sobre una solicitud al superintendente de Bancos, Alfredo Vergara, para que informe sobre la crisis financiera de 1998-99, la Agencia de Garantía de Depósitos, el Banco Popular, Filanbanco, el congelamiento de depósitos, los Certificados de Depósitos Reprogramados (CDR), entre otros.

El 23 de abril, Pedro Delgado sugiere que si Camilo Valdivieso, ex intendente jurídico de la SB, “está colaborando con el Gobierno podríamos mantenerlo en la Superintendencia”. Ahora Valdivieso sigue en el organismo de control, pero como profesional 4 y es muy cercano a la Junta Bancaria.

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Pero los temas más delicados corresponden a Filanbanco y la extradición de “los banqueros corruptos”.

A través de la correspondencia electrónica, a la que tuvo acceso este Diario, Delgado manifiesta su malestar por la presencia de Roberto Sandoval, quien fue asesor del superintendente Alfredo Vergara al inicio de su gestión. “No entiendo cómo un socio de uno de los bufetes de abogados (Germánico Maya) que defendió a los banqueros corruptos (Isaías y Aspiazu) puede estar como asesor del ente de control”, dice en un mensaje del 9 de mayo.

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A Delgado –que sigue las informaciones de la prensa– no le gustaron las “declaraciones tendenciosas” de Carlos Vera, en Ecuavisa,  el 26 de abril, “sobre el tema de la inacción frente a los banqueros que causaron la crisis”, por lo que, el 27 de abril, plantea, como “urgente”, aplicar tres acciones.

E instruye: Primero, “sería necesario lograr que se contrate a Holland & Knight (una consultora estadounidense) para completar la investigación de Filanbanco y que ayuden con el asunto de los trámites de la extradición de los banqueros”.

Segundo, “presionar para que la SB responda de manera inmediata y detallada” a la información que fue solicitada a Vergara y que este argumentó que tiene sigilo bancario.

Tercero, enviar una carta a la Embajada de EE.UU., en Quito, “para que nos entreguen los documentos que ellos mantienen y pedir la colaboración... en la preparación de las carpetas de solicitud de extradición”.

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Sobre este último tema, Delgado, el día anterior (26 de abril), había dicho que se reunió con Mike Compitiello, “que fue el jefe del equipo investigador del caso Filanbanco acá en USA”, quien le habría requerido antes una solicitud dirigida a la Embajada en Quito.

Agregó: “Eduardo (Valencia), a partir de la carta borrador que preparé (y que te la pasó el Presidente) podrías revisarla y corregirla, para que se la hagas llegar a la embajadora...”.

Robert Andrade reconoció que existe la correspondencia con Delgado e, incluso, ha estado con él en Carondelet, en reuniones con Correa.

Sin embargo, negó que su influencia sea decisiva. “Él solo mira las noticias y hace sugerencias, conoce el trasfondo de las cosas que sucedieron en la crisis bancaria”, dijo al destacar que no recibe ningún sueldo.

“Me han dicho que es primo (del Presidente), pero yo no le he preguntado”, indicó.